La nueva legislación federal en materia de coches eléctricos, la Inflation Reduction Act o Ley de Reducción de Inflación en español, condiciona a los fabricantes si quieren que sus modelos puedan optar a rebajas en los precios vía reducción de impuestos a los compradores. Resumidamente, son eligibles los coches eléctricos fabricados en Norteamérica si los dueños cumplen los requisitos.
El Grupo Volkswagen ahora mismo solo puede optar a las ayudas para un único modelo, el Volkswagen ID.4, que se produce en serie desde hace unos meses en la fábrica de Chattanooga. El resto, como son de importación, se han quedado fuera. En el saco entran todos los Audi eléctricos. La marca de los aros está viendo cómo resuelve eso, en colaboración evidente con el Grupo Volkswagen.
El responsable de desarrollo técnico de Audi, Oliver Hoffmann, lo ha explicado en una entrevista concedida a Automotive News: «tendrán un gran impacto en nuestrategia aquí [en Norteamérica]», dijo en referencia a las nuevas normas. «Vamos a mirar dónde queremos producir nuestros coches en el futuro», añadió más adelante.
En teoría, la planta de Chattanooga podría adaptarse para fabricar distintos modelos eléctricos de Audi, Porsche y Volkswagen, aprovechando las grandes sinergias que hay dentro del grupo. Eso sí, hay que tener en cuenta que no merece llevarse la producción de cualquier modelo, sino de aquellos que no llegan a los 55.000 dólares en el caso de turismos, o de 80.000 dólares para grandes SUV. Por encima, quedan excluidos de ayudas sus nuevos propietarios (y los que los compren usados).
Por ejemplo, tendría sentido llevarse allí la producción del Audi Q4 e-tron, que es totalmente eléctrico y comparte plataforma MEB con el ID.4. Como va aumentando la gama de modelos eléctricos de Audi, y también lo hará la proporción de eléctricos en relación al total, sin duda el Grupo Volkswagen tendrá que ir localizando más producción en Norteamérica para no tener una desventaja competitiva con quien ya está allí.
En la frontera sur, Audi dispone de una fábrica que comenzó a funcionar en 2016, en San José Chiapa. La planta mejicana produce el Audi Q5 en exclusiva mundial, salvo para el mercado chino, porque se produce allí en colaboración con First Automobile Works (FAW). Hay versiones híbridas enchufables del Q5, así que en materia de electrificación experiencia tienen. Es otro lugar candidato a recibir modelos eléctricos, sobre todo cuando el Q5 pase a versiones únicamente eléctricas.
Una decisión en este sentido puede anunciarse a principios del año que viene, aunque tardaría unos meses en entrar en vigor.
Fuente | Automotive News
