Esta fábrica alemana, que fue el lugar de nacimiento de los BMW i3 e i8, afronta su transformación hacia los tres pilares de las iFactory: Lean, Green, Digital. Dentro de dos años, toda la cadena de procesos para la producción de baterías de alto voltaje se llevará a cabo allí mismo, además de en Dingolfing, y ya funciona una parte. Pero a más corto plazo, hay un problema que solucionar: la dependencia del gas natural para producir calor.
El hidrógeno está aumentando su papel en la producción baja en carbono de automóviles en Leipzig. El gas ya se había estado utilizando previamente en carretillas elevadoras y trenes de intralogística. Hoy día hay más de 130 carretillas elevadoras de pila de combustible, así como cinco estaciones de hidrógeno para intralogística. El combustible se suministra de forma automática a los consumidores y se supone que es de origen renovable (hidrógeno verde).
Ya han comenzado las pruebas para darle otro trabajo al hidrógeno, producir temperaturas elevadas para el secado de las carrocerías pintadas. Este proceso se realiza actualmente con gas natural, metano de origen fósil, en un total de 68 quemadores solo para el taller de pintura. A continuación vemos el primero que es bicombustible.
Este quemador de combustible para secado de pintura sigue pudiendo funcionar con metano puro, pero también con hidrógeno puro, o con una mezcla de los dos. Entendemos que en este proceso las bombas de calor no generan el suficiente, que es un proceso difícilmente electrificable. El año que viene estará lista una línea de secado completa a base de hidrógeno.
Más adelante, en un proceso que durará años, BMW empleará estos quemadores bicombustible en todas las líneas de pintura en Leipzig. No supone una solución inmediata al problema que van a tener en Alemania este invierno con el gas natural, pero a largo plazo supone una forma efectiva de descarbonizar otro proceso industrial más.
El objetivo de BMW Group es reducir la producción de CO2 en un 80% para el año 2030, en comparación con 2019, y no solamente a base de hidrógeno, también con geotérmica y fotovoltaica. No solo se trata de reducir la huella de carbono de los vehículos una vez están en la calle, sino en todos los procesos que son propios de BMW, además de todo lo que sea posible de sus proveedores.
