Carlos Tavares, el siempre polémico director ejecutivo del grupo Stellantis, está aprovechando el Salón del Automóvil de París para hablar con los medios de su visión actual y futura de la industria. Si esta mañana nos hacíamos eco de su pronóstico de que para 2026 los coches eléctricos serán más asequibles que los térmicos, ahora ha compartido su preocupación por el auge de los fabricantes chinos.
«Muy simple, deberíamos pedirle a la Unión Europea que imponga las mismas condiciones en Europa para los fabricantes chinos bajo las cuales nosotros, los fabricantes occidentales, competimos en China», ha explicado durante una reciente entrevista, señalando que los coches chinos deberían estar sujetos a los mismos aranceles que los europeos.
Actualmente, los fabricantes chinos pagan un 10% de aranceles a la hora de importar automóviles a la Unión Europea, mientras que los europeos se van a entre un 15% y un 25%. Si a esto le sumamos unos costes de producción mucho más bajos, resulta evidente que las marcas chinas tienen una clara ventaja competitiva.
Los modelos chinos ya representan un 5% de las ventas de coches eléctricos de Europa, cifra que irá a más según se vayan expandiendo marcas como Aiways, BYD, MG (SAIC), NIO, ORA (Great Wall), VOYAH (Dongfeng), XPeng, Zeekr (Geely), etc. Tavares cree que los fabricantes chinos podrían establecerse en Europa vendiendo a pérdidas durante sus etapas iniciales para asentarse en el mercado.
Alemania podría vetar el proteccionismo de Francia
«El mercado europeo está completamente abierto a los chinos y no sabemos si su estrategia es ganar cuota de mercado con pérdidas y aumentar su precio más tarde. El presidente Macron entiende esto, pero tiene que haber un frente más grande [la Unión Europea] para decir que damos la bienvenida a los chinos en Europa, pero solo si compiten con nosotros bajo las mismas reglas».
El pasado domingo, el presidente francés Emmanuel Macron pidió que las ayudas a la compra de vehículos eléctricos se limitaran a los modelos fabricados en Europa para proteger a la industria local frente a China y Estados Unidos, que recientemente anunció su intención de llevar a cabo un plan similar. Sin embargo, Francia podría toparse con el veto de Alemania, cuyas marcas están muy bien establecidas en China (Volkswagen es líder indiscutible en dicho mercado).
«Los estadounidenses están comprando [coches] estadounidenses y siguiendo una estrategia muy agresiva de ayudas estatales. Los chinos están cerrando su mercado. No podemos ser la única zona, la más virtuosa en términos climáticos, que considera que no hay una preferencia europea», explicó en su momento Macron.
Fuente | Automotive News Europe
