Los fabricantes de coches chinos han pasado en pocos años de ser simples copiadores de los diseños europeos, a convertirse en una potente industria que se está extendiendo rápidamente por el mundo. Y lo están haciendo gracias al coche eléctrico, donde han logrado situarse a la altura de los grupos occidentales. Ahora el jefe del potente grupo Forvia, dedicado a la producción de componentes, ha cuantificado la ventaja que han logrado los grupos del gigante asiático.
Según Patrick Koller, los fabricantes chinos pueden sacar adelante un coche eléctrico por 10.000 euros menos que sus homólogos europeos. Una ventaja de costes abrumadora que para el directivo supondrá elevar la presión sobre los fabricantes europeos en su mercado local.
Esta situación para el directivo es más peligrosa para Europa, que no cuenta con herramientas para frenar la avalancha china, como si lo ha hecho Estados Unidos con aranceles o con la polémica Inflation Reduction Tax, que limita el acceso de las ayudas públicas a los vehículos fabricados dentro de sus fronteras o en países con acuerdos de libre comercio.
Para el Sr Koller, los fabricantes chinos de coches eléctricos pueden producir vehículos por menos dinero porque tienen costes de investigación y desarrollo más bajos, niveles más bajos de gasto de capital y acceso a una mano de obra cualificada pero también mucho más barata que sus rivales en Europa.
De momento la presencia china en Europa es muy limitada. El pasado año se estima que los fabricantes del gigante asiático han logrado hacerse con el 5,8% de las ventas de eléctricos en el viejo continente.
Pero las perspectivas es que esta cifra crezca de forma notable en los próximos años según los grupos asiáticos logren implantarse comercialmente, ofrezcan modelos cada vez más competitivos, y también propuestas más económicas que logren convencer a los europeos de dar el salto a un modelo fabricado en China.
Vía | Reuters
