Ford simplificará sus próximas plataformas eléctricas y limitará el número de opciones para mejorar su rentabilidad

2022 no fue un buen año para Ford. El fabricante estadounidense perdió un total de 1.981 millones de dólares, unos resultados muy por debajo de sus expectativas debidos principalmente a los problemas en la cadena de suministro, que provocaron una importante caída en su volumen de producción y un alza de los costes asociados.

A pesar de todo, Jim Farley, CEO de la compañía, se muestra optimista con el futuro de la firma del óvalo. «Estoy entusiasmado con 2023, un año que es fundamental para nosotros. Deberíamos de haberlo hecho mucho mejor el año pasado. Dejamos alrededor de 2.000 millones en ganancias […] que estaban bajo nuestro control, y vamos a corregir eso con una mejor ejecución y desempeño».

A raíz de esto, Ford reducirá su huella en Europa, recortando principalmente su plantilla de I+D en Alemania. Además, apostará por una gama más americana, costosa y rentable a través de productos como el Bronco, discontinuando modelos específicos para el viejo continente como el Fiesta o el Focus, que desaparecerán respectivamente en 2023 y 2025.

«La decisión ahora es cuántos ingenieros, cuánta gente necesitamos en Europa, y cuál es la dimensión que necesitamos en el segmento de los coches de pasajeros. Ahora no es el momento de hablar sobre lo que vamos a hacer. Sabemos exactamente cual es nuestra fortaleza en Europa y sabemos lo que necesitamos hacer. Y no vamos a esperar mucho a decirlo».

Ford discontinuará los Fiesta y Focus en 2023 y 2025 respectivamente

Ford quiere ser una marca 100% eléctrica en Europa a partir de 2030. Esta transición será aprovechada por la empresa para reducir costes de desarrollo y producción, pues sus próximas plataformas eléctricas estarán muy simplificadas. «Imaginad tres estilos de carrocería, cada uno con un volumen potencial de hasta un millón de unidades, y solo un puñado de combinaciones posibles«.

En el futuro, Ford ofrecerá muchas menos opciones a los clientes, siguiendo el ejemplo de los fabricantes asiáticos y de Tesla. Rivales como Volkswagen también adoptarán este enfoque a corto plazo, estandarizando al máximo el hardware de sus vehículos y apostando por las actualizaciones de software inalámbricas.

La gama europea de Ford se dividirá en cuatro familias: Urban Escape (Puma), Active Adventure (Explorer), Ultimate Outdoor (Ranger) y Wild Performance (Mustang). «Estamos aprovechando la oportunidad para reposicionarnos por completo. Nuestros futuros modelos serán más americanos y a partir de 2030 serán todos eléctricos», explicaba recientemente Christian Weingaertner, jefe de marketing de Ford Alemania, Austria y Suiza.

Fuente | ecomento