Los cuellos de botella en las líneas de producción ha ralentizado el mercado del coche eléctrico en Europa, y donde los clientes tienen que realizar largas esperas hasta recibir su unidad. Unos plazos que varían de forma muy importante entre las marcas, lo que puede hacer inclinar la balanza hacia uno u otro lado.
Así lo indica un estudio publicado por la revista Auto Motor und Sport, que pone sobre la mesa que el tiempo medio desde la compra hasta la entrega de un coche en Europa se sitúa en los 9 meses.
Esto de media, lo que nos indica que hay fabricantes por debajo, pero también por encima. El que más tiempo necesita para llegar a su nuevo hogar es el Volvo V60 Cross (modelo de combustión, micro-híbrido e híbrido enchufable) con nada menos que 22 meses de espera. Le sigue el Audi Q4 e-tron, con 20 meses y el Skoda Enyaq iV, con 18 meses.
En el otro lado de la balanza se colocan los coches que más rápido se entregan, entre los que encontramos al Jaguar I-Pace y la Peugeot e-Rifter, que tienen un plazo de entrega de cuatro meses.
Por su parte, Tesla es posiblemente la marca que más rápido atiende sus pedidos, y según el configurador se necesitan entre 2 y 4 semanas para recibir su vehículo.
Los expertos esperan que los problemas de los largos plazos de entrega de algunas marcas, se vayan minimizando a lo largo de este año según se recuperan las cadenas de suministro de componentes como semi-conductores o baterías.
Según Peter Fuss, de la gestora automotriz EY: “La principal razón de los largos plazos de entrega de los coches nuevos en los últimos años han sido los cuellos de botella en la entrega de ciertas piezas, en particular los chips. Este cuello de botella disminuirá de manera muy significativa en los próximos doce meses, y esto mejorará la disponibilidad de coches nuevos”.
El principal problema es que el mercado está girando muy rápidamente hacia el coche eléctrico, lo que supondrá que la demanda crecerá en los próximos meses, lo que añadirá tensión en las cadenas de suministro que no serán capaces de atender toda la demanda de una forma rápida, lo que supondrá que algunos modelos seguirán siendo inaccesibles por sus plazos interminables.
Un aspecto que sin duda perjudicará a unas marcas europeas que no son capaces de seguir el ritmo de producción y bajada de precios de nombres como Tesla.
Y es que en la actualidad además de tener que enfrentarse a una espera de casi dos años para recibir su Audi Q4 etron, el comprador del eléctrico alemán en su versión de mayor autonomía, Advanced 50 e-tron quattro, tendrá que pagar 11.900 euros más que el que opte por un Tesla Model Y Long Range Dual Motor. Un modelo americano que además tiene un plazo de entrega de entre 2 y 4 semanas.
