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Así será la radical transformación del Volkswagen Trinity, que pasará a ser un crossover con 700 kilómetros de autonomía

El Grupo Volkswagen está en plena reestructuración tras la destitución de Herbert Diess, su anterior CEO. Oliver Blume, su sustituto, ha decidido dar un vuelco a la estrategia de electrificación de la compañía, algo que ha afectado a su cronograma de lanzamientos, incluido su futuro buque insignia, el esperadísimo proyecto Trinity.

Esto se debe a que la plataforma SSP sobre la que se asentará finalmente no verá la luz en 2026, sino en 2028, algo debido a los retrasos acumulados por CARIAD en el desarrollo de la arquitectura de software 2.0. Sin embargo, este contratiempo será aprovechado por Volkswagen para rediseñar por completo el vehículo, convirtiéndolo en un producto más deseable.

Originalmente, el Trinity iba a ser una berlina de 4,60 metros de largo equivalente al Jetta. La nueva dirección de la empresa considera que, a pesar de que una carrocería con forma de cuña resulta muy aerodinámica, el público lo que realmente demanda son SUV, motivo por el que Volkswagen combinará ambos formatos, convirtiendo el Trinity en un crossover con ciertas concesiones aerodinámicas.

En un principio, sus especificaciones técnicas no deberían variar demasiado. Por lo tanto, tendrá una autonomía máxima de 700 km WLTP; además, montará un sistema de 800 voltios. Su precio de partida rondará los 35.000 euros, por lo que resultará relativamente asequible para su categoría. También estrenará un avanzado sistema de conducción autónoma de nivel 2+, si bien desde un punto de vista técnico podrá llegar a un nivel 4 cuando la legislación lo permita.

Volkswagen Trinity

El Volkswagen Trinity promete convertirse en un vehículo revolucionario

Volkswagen también está evaluando la posibilidad de levantar una nueva planta en Wolfsburgo (Alemania) para fabricar este ambicioso automóvil. No se descarta que se termine actualizando la histórica factoría que ya existe en la región, de la cual saldrán tanto el ID.3 restyling como el ID. Tiguan. Esto supondría unos ahorros potenciales de 2.000 millones de euros.

El conglomerado aspira a simplificar enormemente todo el proceso de producción, y para ello, utilizará grandes estructuras de fundición para construir el bastidor, en sustitución de las clásicas piezas de acero estampado soldadas entre sí que la industria lleva años empleando.

El hardware del Trinity estará muy estandarizado, hasta el punto de que los clientes solo podrán elegir el color de la carrocería, el diseño de las llantas y el conjunto propulsor (potencia, batería…). El resto del equipamiento opcional se desbloqueará mediante actualizaciones de software vía OTA, ya sea en el momento de la compra del coche o a lo largo de su vida útil.

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