Volvo patenta la primera batería inteligente para coches eléctricos, capaz de «pensar»

Si tuviéramos que dar el nombre de un fabricante de coches comprometido históricamente con la tecnología y, más recientemente, con la electrificación, seguro que Volvo sería una de las más mencionadas.

La marca sueca vuelve a revolucionar el mercado, o al menos pretende hacerlo, con la última tecnología que ha desarrollado y patentado. Se trata de una batería inteligente para vehículos eléctricos, que permitiría hacer un uso más eficiente de la energía almacenada, mejorando así la autonomía sin necesidad de aumentar la capacidad.

Para que nos entiendas: se trata de hacer que los «trabajadores» que mueven la energía de un lado a otro de forma independiente desde las celdas de una batería, empiecen a comunicarse entre sí para trabajar de forma más eficiente. Ese es el concepto de batería inteligente de Volvo, una batería «pensante».

Carup ha filtrado esta información relacionada directamente con las patentes registradas por Markus Ekström, inventor en representación del solicitante, Volvo Cars. Pero, ¿cómo trabaja en realidad esta batería inteligente y cómo revoluciona el sector del vehículo eléctrico?

Así funciona la batería pensante de Volvo

La investigación e inversión millonaria en baterías va en paralelo al desarrollo de nuevos vehículos. En el caso de estos almacenadores de energía, resulta primordial para que la transición hacia el coche eléctrico sea más realista y para ganarse la confianza de los conductores.

Las baterías tradicionales constan de varios módulos con miles de celdas en su interior. Los sistemas de control de estas baterías abarcan toda la batería en su totalidad, y no permiten una conexión directa y eficiente entre estas celdas. Aquí es justo donde entra en juego la nueva batería ideada por Volvo.

Gracias a una potente unidad de control inteligente, la batería es capaz de controlar y monitorizar cada celda de forma independiente, creando enormes posibilidades de aplicación para los coches eléctricos en el futuro. Los diferentes sensores de la batería permiten medir la temperatura, presión, hinchazón, química de cada celda, aceleraciones en caso de impacto…

Si esta «ECU» puede apagar y encender las celdas por separado, permitirá, por ejemplo, servir de protección contra sobrecargas en la batería, dirigir el par disponible de forma independiente entre el motor delantero y el trasero, así como mejor la autonomía general del coche.

Las baterías podrán cargarse de forma más eficiente, más rápido, durar más y ofrecer un mayor alcance; todo en uno. Todavía no hay datos reales de cómo puede afectar al rendimiento así del vehículo, pero se espera que las conclusiones sean también positivas.

Volvo tampoco ha dado detalles de cómo se fabrica esta batería inteligente, pero sí se sabe que utiliza componentes como semiconductores, superconductores, orgánicos e inorgánicos, dieléctricos y poliméricos en su construcción.