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Denuncian que los híbridos enchufables de BYD emiten mucho más de lo que indican los test de homologación

Hace unos días hemos conocido un curioso caso que arroja más luz sobre la realidad de los híbridos enchufables. El caso involucra al fabricante estatal Great Wall, y a una de las fuerzas ascendentes de la industria china, BYD, y todo a raíz de una denuncia interpuesta por los primeros por una presunta falta de fiabilidad en os test de emisiones contaminantes de los híbridos enchufables.

Según Great Wall, en la industria lo habitual es que este tipo de modelos cuenten con un depósito de gasolina presurizado, para evitar que la gasolina se evapore fácilmente ya que esta pasa mucho más tiempo de lo habitual respecto a los modelos de combustión. Algo que tiene que ver con el funcionamiento en modo eléctrico de los mismos que permite alargar la duración de cada repostaje.

Pero el fabricante chino acusa a BYD de no usar depósitos presurizados, lo que supone en la práctica que las emisiones reales de sus vehículos son mucho más altas de lo que muestran las pruebas de homologación oficiales.

A la vista de las circunstancias, Great Wall Motor ha confirmado mediante sus redes sociales que había presentado una serie de documentos el pasado 11 de abril al Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China, al Ministerio de Industria e Información y al principal regulador del mercado, en los que alega que BYD no cumplió con los estándares de emisiones contaminantes en dos modelos híbridos enchufables.

Los modelos afectados son el BYD Qin Plus y Song Plus, siendo el Song el SUV más vendido de BYD, mientras que el Qin es la berlina con mayor número de matriculaciones de la marca.

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La respuesta de BYD ha sido que las pruebas de Great Wall no eran válidas. Al parecer, según la versión del fabricante, Great Wall había comprado varias unidades de los modelos de BYD y realizado sus propias pruebas, pero lo ha hecho sin la inspección de un tercero y basándose en distancias de prueba más largas que las requeridas por las regulaciones de China.

Ahora tendrán que ser las autoridades chinas las que determinen si hay «Depositgate» o realmente la acusación de great Wall no tiene recorrido en una acción que sin duda afectará algo a la imagen de los fabricantes del gigante asiático que se encuentran en una fase de expansión nacional e internacional, y donde los coches eléctricos e híbridos enchufables son el corazón de su estrategia.

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