La adopción de una nueva tecnología, por muy interesante que pueda ser, afronta en sus inicios unas fuertes resistencias. Por un lado está la novedad, y por el otro la falta de evolución que suelen sufrir las primeras generaciones. Televisores, microondas, coches…todos se enfrentan a una curva donde las primeras fases son las más complejas. Pero ahora según Bloomberg, el coche eléctrico ha logrado pasar un punto de inflexión.
Según los datos de Bloomberg, hace un año 19 países habían superado el punto de inflexión de lograr el 5% de ventas de coches 100% eléctricos.
Este umbral indica el inicio de una adopción masiva de la tecnología y marcan el principio de una adopción cada vez más rápida y generalizada de la misma. Y desde el 2022, cinco países han logrado añadirse al listado que está formado ya por 23 estados.
Entre los nuevos miembros de este grupo están Canadá, Australia, Tailandia, Hungría y España, que se unen a otros como Estados Unidos, China y la mayor parte de Europa occidental.
La trayectoria trazada por estos primeros usuarios muestra cómo los coches eléctricos pueden pasar del 5 al 25% de las ventas de coches nuevos en sólo cuatro años.
Pero por qué es tan importante este 5%. La respuesta según Bloomberg, es que con una cantidad mínima de coches en la carretera, se pueden comenzar a derribar muros que frenan su expansión, como la expansión de las redes de recarga, y sobre todo, se ponen las bases para una economía de escala que permiten reducir los costes de dicha tecnología. En este caso de las baterías, y por extensión de los propios coches.
Este efecto ya comienza a verse en aquellos mercados que han logrado pasar el 5%. En estos, las ventas de coches eléctricos en los últimos trimestres han crecido una media del 55% respecto a las cifras del año anterior.
Uno de los mercados que están a punto de lograr este hito es la India. El gigante asiático ha conseguido llegar a un 3% de ventas durante el segundo trimestre, duplicando sus cifras de ventas en apenas seis meses. Algo que nos indica que el tercer mercado mundial del automóvil, está también muy cerca de alcanzar su propio punto de inflexión en relación con el coche eléctrico.
Por supuesto, para lograr grandes ventas, hace falta un importante volumen de producción de coches eléctricos. Una economía de escala que no resulta fácil lograr, y que es fundamental para conseguir fabricar coches en gran volumen, y no perder dinero en el intento.
Podemos recordar el caso de Tesla. Cuando lanzó en 2017 su Model 3, el fabricante norteamericano era una fábrica de quemar dinero. Incluso llegó a rozar la bancarrota. Según Elon Musk, el reto era lograr una tasa de producción de 5.000 unidades a la semana. Algo que lograron con un gran esfuerzo y con un enorme coste económico. A partir de ahí, todo marchó sobre ruedas y la producción, las ventas y los beneficios comenzaron a llegar todos juntos.
Para lograrlo, los fabricantes necesitan reestructurar las fábricas y reconfigurar las cadenas de suministro. También indican desde Bloomberg que para lograr el mayor ahorro, es necesario rediseñar todo el vehículo teniendo en cuenta la electrificación.
Unos costes de transición del motor de combustión al motor eléctrico que pueden ser asfixiantes para algunos grupos antes de que las ventas logren expandirse de forma definitiva.
Eso significa que los fabricantes también tienen su propio punto de inflexión: el umbral después del cual las ventas de vehículos eléctricos entran en una espiral ascendente imparable.
Según los datos recogidos de mercados como Europa, una vez que se supera el 10% de las ventas trimestrales, de media esa proporción se triplicó en menos de dos años.
Unas previsiones que por supuesto, son siempre complejas ya que la evolución de las ventas y la adopción de la tecnología pueden verse afectadas por eventos geopolíticos, problemas en las cadenas de suministro, y otros imprevistos que pueden frenar la adopción.
Pero aplicando los datos disponible desde el punto de vista global, el punto de inflexión de los coches eléctricos se superó en 2021. Según Bloomberg, si las tendencias se mantienen, esta parte de la década década será recordada por hacer con los coches eléctricos lo que la década de 1980 hizo con los hornos microondas.
