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Por qué China domina el mercado mundial de vehículos eléctricos (y cómo influyeron los JJOO de Pekín 2008)

Descubre cómo China ha superado desafíos históricos para convertirse en el epicentro de la revolución eléctrica en la industria automotriz, estableciendo nuevas pautas para la movilidad sostenible.

En medio de los desafíos globales de escasez de energía, cambio climático y emisiones contaminantes, la industria automotriz ha experimentado una transformación radical hacia la movilidad sostenible.

En este contexto, China ha emergido como un líder indiscutible en el mercado de vehículos eléctricos, marcando una evolución sorprendente desde los días de la Revolución Cultural hasta convertirse en una superpotencia que redefine la industria automotriz y la movilidad futura.

El camino hacia el dominio eléctrico

China ha protagonizado una metamorfosis impresionante en su enfoque de la industria automotriz.

Durante la Revolución Cultural (1966-1976), se exploraron propuestas audaces, como el cambio de las normas de tráfico para interpretar el color rojo, símbolo comunista, como una señal de avanzar en lugar de detenerse en los semáforos.

Sin embargo, el país ha pasado de reescribir las convenciones del pasado a forjar un futuro sostenible e innovador, centrándose en los vehículos eléctricos como catalizador de esta transformación.

China no sólo produce sus propios vehículos eléctricos, también acoge factorías extranjeras como la de Tesla en Shanghái.

El despegue de China como líder en el mercado de vehículos eléctricos no ha sido fortuito, sino una consecuencia directa de una estrategia cuidadosamente planificada y ejecutada.

Esto se refleja en el programa «Made in China 2025», lanzado en 2015, que pone énfasis en el desarrollo tecnológico y la sustitución gradual de la tecnología extranjera por soluciones nacionales.

El Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información (MIIT) estableció metas ambiciosas para aumentar la proporción de vehículos eléctricos en el mercado interno: del 5 % de las ventas totales en 2019 al 25 % para 2025 y, finalmente, el 50 % para 2035.

La realidad es que dichos objetivos se han revelado incluso conservadores, pues ya en el primer trimestre de 2023 China alcanzó una impresionante cuota del 28 % de vehículos eléctricos vendidos: 1,5 millones de unidades que, además, representan el 59 % de las ventas totales de este tipo de vehículos a nivel mundial.

Innovación y estrategia de desarrollo tecnológico

La estrategia de China para liderar la revolución eléctrica en la industria automotriz se ha centrado en la innovación y el desarrollo tecnológico.

Desde el lanzamiento de un programa de subsidios para la compra de vehículos eléctricos en 2009 hasta la creación de un ecosistema de alta calidad basado en propiedad intelectual comercializada, el gobierno chino ha promovido la creación de una cadena de producción y desarrollo de vehículos eléctricos dentro de sus fronteras.

La apertura gradual a la propiedad extranjera, junto con el establecimiento de industrias como la  Gigafactory 3 de Tesla en Shanghái, han atraído inversión y experiencia extranjera a China.

Esto, junto con el éxito continuo de empresas locales como NIO, Xpeng, SAIC, BYD y Li Auto, ha redefinido el mercado de vehículos eléctricos en el país y ha fortalecido su posición en el mercado global.

Impacto en la cadena de suministro y más allá

El enfoque de China en la movilidad eléctrica también ha tenido un impacto significativo en la cadena de suministro.

Contemporary Amperex Technology (CATL), el mayor productor mundial de baterías para automóviles, es un ejemplo destacado de cómo China ha liderado la transición global hacia la movilidad sostenible.

Las cifras actuales y las proyecciones futuras respaldan el dominio continuo de China en el mercado de vehículos eléctricos. Las políticas estratégicas, la inversión en tecnología y la apertura a la innovación extranjera han creado una base sólida para un futuro eléctrico prometedor.

Con una visión de movilidad sostenible, China se ha convertido en un líder indiscutible en la revolución de la industria automotriz y está encaminado a definir el futuro de la movilidad global.

Los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 fueron utilizados como plataforma para la emergente industria de vehículos eléctricos.

Cronología del vehículo eléctrico chino: las 4 etapas que gestaron su dominio

China ha emergido como una fuerza dominante en el mercado de vehículos eléctricos y, como hemos visto, las razones detrás de este dominio son diversas y fascinantes. Pero hay más.

Aunque la industria automotriz china comenzó con desventaja, debido a su inicio tardío y la débil base tecnológica, el enfoque en el desarrollo de vehículos eléctricos se ha convertido en una elección estratégica para lograr una transformación significativa en el sector automotriz.

Este proceso de transformación puede dividirse en cuatro etapas clave.

Primera etapa (década de 1990)

China sabía que nunca podría competir con Europa, Estados Unidos y Japón en la industria automotriz tradicional, ya que contaba con un déficit muy importante que probablemente no llegaría a compensar jamás.

Por dicha razón, decidió adoptar una estrategia de investigación y desarrollo centrada en vehículos eléctricos de uso comercial e industrial. El primer autobús eléctrico chino, «YuanWang» (YW6120DD), fue desarrollado en colaboración con un socio estadounidense, Northgroup Graman.

La inversión en tecnología eléctrica para vehículos y el apoyo a proyectos de cero emisiones para los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing allanaron el camino para el desarrollo continuo de vehículos eléctricos.

Segunda Etapa (Principios del Siglo XXI)

Con el inicio del nuevo milenio, China lanzó un proyecto nacional de ciencia y tecnología para vehículos eléctricos.

Bajo el liderazgo de expertos como el Profesor Wan Gang, China adoptó la estrategia «Tres Verticales y Tres Horizontales», con un enfoque en tecnologías clave como motores, baterías y sistemas de control de vehículos.

Los «Tres horizontales» corresponden a las tres líneas de tecnología clave de motor, batería y controlador del vehículo. Por su parte, las «Tres verticales» corresponden a las tres líneas de modelos principales: vehículo eléctrico de batería (BEV),vehículo eléctrico híbrido (HEV) e híbrido enchufable (PHEV) y vehículo eléctrico de pila de combustible (FCEV)».

La inversión masiva en investigación y desarrollo, involucrando a más de 200 empresas y universidades, estableció una base sólida para el futuro de los vehículos eléctricos.

Tercera Etapa (Desde 2008)

Los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing (Pekín) marcaron un hito importante en la adopción de vehículos eléctricos. China desplegó 50 autobuses eléctricos durante los juegos, estableciendo una «zona de cero emisiones» y demostrando la viabilidad de esta tecnología en un entorno de alta visibilidad.

Además, una flota de vehículos de nueva energía prestó servicios de transporte durante el evento, lo que marcó el comienzo de la implementación a gran escala de los vehículos eléctricos en China.

Cuarta Etapa (Desde 2014)

Desde el inicio del siglo XXI, China ha mantenido su enfoque en la estrategia «Tres Verticales y Tres Horizontales», con énfasis en vehículos eléctricos puros. Esta estrategia, junto con inversiones significativas en investigación y desarrollo, ha llevado a un crecimiento explosivo en la producción y venta de vehículos eléctricos en China.

Paralelamente, la inversión en tecnología de baterías de iones de litio y el desarrollo de infraestructuras de carga han sido factores clave en el éxito de los vehículos eléctricos en el país.

Las marcas chinas comienzan a desembarcar en Europa. Y lo hacen con grandes cifras de ventas.

El enfoque constante en la innovación tecnológica y la inversión masiva en investigación y desarrollo han llevado a China a convertirse en el líder mundial indiscutible en el mercado de vehículos eléctricos. No sólo por su liderazgo tecnológico, sino también por su capacidad para obtener materias primas de calidad a menor precio y sus bajos costes de producción a todos los niveles.

Con una penetración de mercado en constante aumento y una producción y exportación significativas de vehículos eléctricos, China ha logrado no sólo superar sus desafíos iniciales en la industria automotriz, sino también liderar la revolución hacia la movilidad sostenible.

El dominio de China en el mercado de vehículos eléctricos se ha construido sobre décadas de inversión estratégica, enfoque en la innovación tecnológica y un compromiso constante con la movilidad sostenible. Y nada indica que vaya a terminar en un futuro. No al menos en las próximas décadas.

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