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Los datos muestran como el coche eléctrico está empezando a reducir el consumo de petróleo, con Noruega como punta de lanza

Aunque el «peak oil» o el punto de mayor producción de petróleo, ya lo hemos pasado hace años, según Bloomberg, no ha sido así el de consumo. Pero algunos mercados si lo están empezando a notar este descenso claramente, gracias a la transición hacia la movilidad eléctrica, tanto en coches, como en barcos o transporte público. Es el caso de Noruega.

Así lo muestran los datos de consumo de petróleo en Noruega, que ha visto como la electrificación de su transporte, tanto terrestre como marítimo, está teniendo un impacto en el consumo del oro negro en ese mercado.

El pico de consumo llegó en 2010, cuando se consumían 227.000 barriles/día. Cifra que ha caído hasta los 192.000 barriles/día. Esto supone una reducción del consumo de 35.000 barriles o aproximadamente 4.2 millones de litros cada día.

Está claro que Noruega es un mercado pequeño, y ha sido el que más rápido y más profundamente ha adoptado el coche eléctrico. Pero es un ejemplo a pequeña escala de lo que está por llegar al resto de mercados según aumentan las matriculaciones de vehículos eléctricos.

https://twitter.com/mortenlund89/status/1706223481568800967

Las cifras de Noruega son envidiables, y por ejemplo, entre enero y agosto se han matriculado en ese mercado un total de 70.674 coches eléctricos a batería (BEV) o el 83% del total de ventas.

Si sumamos las 6.026 unidades de híbridos enchufables, que acumulan un 7.1% de ventas, esto nos indica que en los ocho primeros meses del año el 90.1% de los coches que se han vendido en el mercado noruego llevaban una toma de corriente para cargar su batería.

El ahorro para España

Podemos escalar esto a nuestro mercado. España ha consumido en 2022 un total de 22.1 millones de toneladas de gasóleo A, un 1.5% más que el año anterior, mientras que las gasolinas han llegado a las 5.75 millones de toneladas, o un 9.7% más que en 2022.

En total, España ha consumido 27.9 millones de toneladas de carburantes el pasado ejercicio, y lo que es peor, una línea ascendente que supone 3,1% más que el año pasado.

Algo que, según el Estudio Macro de APPA, a supuesto para España que entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021 la factura por los productos energéticos haya ascendido a 46.575 millones de euros. Cifra que podemos comparar con los 55.000 millones de euros que cuesta la educación a España cada año.

Si aplicamos el mismo nivel de ahorro que ha logrado Noruega, un 15% menos entre 2010 y 2022, entonces España podría ahorrarse en torno a los 7.000 millones de euros al año en importaciones de combustibles, y también lograr ahorrar en costes relacionados con los gastos médicos provocados por la contaminación.

Eso sólo con un 15%, y teniendo en cuenta unos costes que no tienen en cuenta las actuales y futuras subidas en una era donde casi todos los expertos coinciden en que los precios bajos del petróleo, y por lo tanto de los carburantes, han llegado a su final.

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