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Después del coche eléctrico, ahora se piden medidas proteccionistas contra los paneles solares chinos

En las últimas semanas, estamos viendo como empiezan a sonar, tímidamente, los tambores de guerra comercial entre la Unión Europea y China. Un conflicto que tiene que ver con las presuntas ayudas ilegales del gigante asiático a sus fabricantes de coches eléctricos que quieren conquistar Europa. Ahora, los fabricantes de paneles solares también piden medidas proteccionistas ante el posible uso de mano de obra forzada para la producción de placas fotovoltaicas en China.

Así lo ha comunicado oficialmente el Consejo Europeo de Fabricación Solar (ESMC) que ha pedido a la UE que tome medidas contra la producción de paneles fotovoltaicos que proceden de la región de Xinjiang.

Un territorio autónomo en el noroeste de China, que ha saltado a la primera página recientemente por el informe de la ONU, donde la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos indica que China ha cometido «graves violaciones de los derechos humanos» contra los uigures y «otras comunidades predominantemente musulmanas» en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.

Según la ESMC, Europa debe adoptar una legislación clara y contundente lo antes posible para prohibir la venta de productos elaborados con trabajo forzoso. La asociación también animó a todos sus miembros a cortar sus vínculos con proveedores de la región de Xinjiang.

«A la espera de la legislación, la UE debe actuar urgentemente para evitar que productos fabricados con trabajo forzoso entren en el mercado europeo«.

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También se piden otras medidas, como la creación de una base de datos para zonas y productos de alto riesgo, la puesta en marcha de un mecanismo de carga de la prueba invertida y la introducción de obligaciones de diligencia debida, entre otras cosas.

Un nuevo paso que busca tanto frenar el imparable crecimiento de las exportaciones desde China, que amenaza con derrumbar tanto a la industria automovilística europea, como también los esfuerzos por reducir la dependencia de sectores como las baterías o los paneles solares.

Fuente | ESMC

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