BMW no tiene interés en reducir las tarifas de sus coches eléctricos para ganar cuota de mercado. A pesar de la presión de Tesla, que ha bajado los precios de su gama en varias ocasiones a lo largo de los últimos meses, la firma bávara se ajustará en base a la demanda existente.
«No nos interesa bajar los precios para ganar cuota de mercado. Esa no es nuestra estrategia. Y, como se puede ver, podemos crecer significativamente», explica Oliver Zipse, CEO de BMW. «Sin embargo, es cierto que no podemos escapar de las condiciones del mercado y haremos ajustes de precios cuando sea necesario».
Esta no es la única referencia a Tesla que ha hecho el fabricante alemán en los últimos días. La semana pasada, el jefe de producción de BMW, Milan Nedeljkovic, afirmó que su nueva generación de baterías estará un paso por delante de la firma capitaneada por Elon Musk. «Tesla necesita cerrar la brecha con nosotros».
Las nuevas celdas cilíndricas de sexta generación de BMW tendrán dos formatos: 4695 (berlinas) y 46120 (SUV). Serán producidas por CATL y Eve Energy y estarán disponibles en versiones de 260 y 280 Wh/kg, mejorando los 234 Wh/kg de las 4680 empleadas por Tesla. Por lo tanto, disfrutarán de una densidad energética un 19,6% superior.
BMW lanzará sus baterías de sexta generación en 2025
La decisión de fabricar dos tipos de celdas con una densidad energética similar responde a los distintos requisitos de rendimiento: las de 260 Wh/kg podrán cargarse (10-80%) en apenas 12 minutos y entregarán un 50% más de potencia que las de 280 Wh/kg. Estas últimas tendrán más capacidad, pero necesitarán 20 minutos para completar una carga.
BMW aspira a reducir los costes de producción a la mitad, ofreciendo hasta un 30% más de autonomía con packs igual de largos y anchos. Dependiendo del modelo, la marca empleará baterías de entre 75 y 150 kWh de capacidad en su plataforma Neue Klasse, ofreciendo autonomías de hasta 1.000 km WLTP. Aunque inicialmente se apostará exclusivamente por la química NCM (níquel, cobalto, manganeso), ya se está trabajando en otras alternativas como la LFP (litio-ferrofosfato).
«Lo que tenemos aquí es un diseño de batería que se adapta a nuestros productos y a nuestra idea de cómo se logra el rendimiento en nuestros automóviles. Si quieres cocinar algo realmente rico necesitas una buena receta, y la receta determina el sabor. Desarrollamos la receta, es decir, la química […] de la celda. Cambiamos el contenido y probamos cómo cada ingrediente influye en el rendimiento».
Fuente | Reuters
