En 1967, el Lamborghini Miura estableció un récord mundial de velocidad al alcanzar los 275 km/h gracias a un monstruoso motor V12 gasolina. Pero la tecnología ha evolucionado de forma imparable en los últimos años, hasta tal punto que un coche eléctrico, el Rimac Nevera, ha logrado igualar esa cifra, pero marcha atrás.
El hito ha tenido lugar en el centro Automotive Testing Papenburg en Alemania. Un trazado que destaca por contar con dos rectas de 4 kilómetros, y que es utilizado habitualmente por los fabricantes alemanes, como Mercedes-Benz y Volkswagen, para el desarrollo de la alta velocidad en sus vehículos.
Rimac dijo que se eligió este lugar porque era donde el Nevera anteriormente había batido 23 récords de aceleración y frenada en un solo día. La pista de forma ovalada también es donde el propio Nevera registró su récord de velocidad al alcanzar los 410 km/h.
En el caso de la idea de ir en la dirección contraria, el Rimac Nevera ha logrado alcanzar los 275.74 km/h en uno de los intentos.
Según Matija Renić, ingeniero jefe de Rimac: “Durante el desarrollo se nos ocurrió que el Nevera probablemente sería el coche más rápido del mundo marcha atrás, pero nos reímos un poco. Después de todo, la aerodinámica, la refrigeración y la estabilidad no habían sido diseñadas para viajar hacia atrás a gran velocidad. Pero luego empezamos a hablar de lo divertido que sería intentarlo. Nuestras simulaciones mostraron que podíamos alcanzar más de 240 km/h, pero no teníamos mucha idea de cuán estable sería«.
Este logro ha sido posible por factores como la ausencia de marchas. Sus cuatro motores eléctricos están montados en el eje al lado de cada rueda, proporcionando tracción, estabilidad y según los pilotos, un «muro implacable de aceleración».
Como recordamos, el Rimac Nevera es un monstruo de 1.408 kW (1.914 CV) que le han convertido en el coche eléctrico de producción más rápido del mundo, capaz de acelerar de 0 a 160 km/h en 3,2 segundos y de 0 a 320 km/h en poco menos de 11 segundos. Ideal para ir a comprar el pan, ya que su consumo homologado es de 24 kWh a los 100 km, o apenas 3 euros cada 100 kilómetros con una carga doméstica.
Eso si, poder ir tan rápido para adelante, o para atrás, tiene un precio. El coste de cada una de sus 150 unidades es de unos «módicos» 1,98 millones de euros.
Fuente | Rimac
