¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

China pisa el freno en la expansión internacional de sus coches eléctricos

Después de lograr un impresionante crecimiento en cuanto a número de marcas, ofertas y tecnología, China estaba preparándose para inundar el mercado internacional con una oferta de coches eléctricos que los expertos indicaban, está cinco años por delante de occidente. Pero ahora el gobierno de Pekín ha decidido pisar ligeramente el freno de la expansión fuera de sus fronteras.

Según el gobierno chino, esta decisión se ha tomado ya que no hay suficiente demanda externa para cubrir el potencial de producción de sus fábricas.

El Financial Times informa que el viceministro de Industria y Tecnología de la Información de China, Xin Guobin, afirmó que: «el gobierno tomará medidas enérgicas para abordar el establecimiento de nuevos proyectos de vehículos eléctricos por parte de algunas autoridades y empresas locales

Esto supone, según los analistas, que el gobierno es consciente de las cada vez mayores preocupaciones en Europa y Estados Unidos sobre el rápido aumento de los coches eléctricos fabricados en China, y el daño que su crecimiento puede provocar en sus industrias locales. Un aspecto que ha hecho florecer la idea de aumentar las medidas proteccionistas.

La Unión Europea ha iniciado una investigación sobre los bajos precios de los coches eléctricos chinos en Europa, que, según afirma, se «mantienen artificialmente bajos gracias a enormes subvenciones estatales«.

Esto ha permitido a China convertirse en una fuerza de producción y exportación de coches, logrando incluso superar a Japón como primer exportador mundial el pasado año.

Los analistas dicen que la medida para reducir las exportaciones podría ayudar a occidente a cerrar la brecha tecnológica y de costes con los fabricantes chinos, y permitirles amortiguar con más entereza la inevitable embestida de los grupos del gigante asiático.

De momento solo Estados Unidos ha tomado medidas duras contra la entrada de coches eléctricos procedentes de China. Unas medidas que añade aranceles, excluye de los subsidios públicos a los modelos fabricados fuera de sus fronteras, e incluso aquellos fabricados dentro pero que usen baterías procedentes de China.

Una medida que tiene como consecuencia que estos modelos no pueden acceder a unas ayudas del gobierno que son de un mínimo de 7.500 dólares, más las que otorgan algunos estados. Losa económica que ni los fabricantes chinos son capaces de superar.

Las medidas de la administración de Estados Unidos se introdujeron para ayudar a la industria estadounidense de vehículos eléctricos, que además de frenar a los chinos, han incentivado las inversiones dentro del país en sectores como la producción de baterías, con una gran cantidad de nuevos proyectos que se beneficiarán de la lluvia de millones en subsidios de la administración americana.

Europa está indecisa ante la avalancha china

Por su parte, en Europa la cuestión está todavía en una fase temprana. La UE ha confirmado que investiga si los fabricantes chinos han recibido ayudas ilegales, como financiación a bajos intereses, que han permitido crecer de forma exponencial a sus fabricantes, y, según la UE, incumpliendo las normas de competencia.

Por su parte Reino Unido, según el diario británico The Daily Telegraph, está analizando la situación para poner sobre la mesa el peligro de la dependencia de China en sectores como el automóvil, pero también en la producción de paneles solares y baterías. Un potencial «riesgo para la seguridad pública» según la administración, que puede terminar con aranceles en diferentes sectores.

Un sector, el del coche eléctrico, que seguirá creciendo este 2024, y según las estimaciones, se espera que las ventas del pasado año, 10,46 millones de unidades, aumenten a 12 millones. El triple de lo logrado en 2020, y de los cuales, al menos el 50% estarán fabricados en China.

El miedo a los coches eléctricos chinos baratos impulsa a los fabricantes tradicionales a lanzar coches asequibles

Las preguntas ahora serán si Europa adoptará medidas proteccionistas, como Estados Unidos, algo que tiene sus pros, como incremento de la producción local y menos emisiones al reducir los envíos por barco.

Pero también hay contras, como la pérdida de competitividad del sector, en un escenario que favorece a unos grupos tradicionales que se verán tentados a levantar el pie del acelerador, manteniendo sus propuestas más tiempo en el mercado sin mejoras ni bajadas de precio. También están los riesgos para la cadena de suministro de materiales como las tierras raras, en manos de China casi en su totalidad, que podría responder con la prohibición de su exportación, y que tendría un dudo resultado sobre la capacidad de producción de occidente.

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame