Con hasta 2.000 kilómetros de autonomía, los coches con batería de flujo están listos para la producción
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Publicado: 02/01/2024 09:17
Hace ya ocho años que conocíamos por primera vez una propuesta diferente que sustituía las baterías de litio por un sistema de flujo. La empresa responsable era la suiza nanoFLOWCELL, que presentó su primer diseño en el Salón de Ginebra de ese año. Pero desde entonces, apenas hemos sabido nada de ellos. Hasta ahora.
Un sistema que utiliza una tecnología de almacenamiento que cuenta con dos electrolitos líquidos (líquidos con sales metálicas, de forma simplificada), que presentan la ventaja de que son inocuos y no son inflamables. Según la empresa, un kilogramo de sus baterías es capaz de almacenar 20 veces más energía que uno de las actuales baterías de litio, lo que le permite ofrecer vehículos con miles de kilómetros de autonomía.
El proceso implica una reacción REDOX tiene lugar en el coche al juntar dos electrolitos líquidos, uno con carga positiva y otro con carga negativa. Como consecuencia de esa reacción se genera electricidad que es utilizada por los motores eléctricos del coche.
Esta tecnología no tiene los problemas de autonomía y tiempo de recarga que tiene los coches a baterías. Basta con llenar los tanques de electrolito positivo y negativo para tener una autonomía similar a las de los vehículos diésel o gasolina. Además el líquido no es inflamable, no es tóxico, y no se necesitan grandes presiones ni en el proceso ni en el almacenamiento.
También parece un sistema duradero, ya que las últimas pruebas indicaban que los prototipos acumulaban más de 10.000 horas, o 350.000 kilómetros recorridos, y su sistema no mostraba síntomas de desgaste ni en las membranas ni en las bombas.
En el coche de pruebas, los depósitos que contenían el líquido electrolítico estaban escondidos en el maletero. Varios años y algunos retrasos relacionados con la pandemia después, la última versión del automóvil eléctrico QUANTiNO está lista para rodar, con tanques integrados en la propia carrocería y una autonomía de conducción de hasta 2.000 kilómetros con un solo repostaje.
Ahora el proyecto ha vuelto a la primera página gracias a una inversión que les permitirá poner en marcha nueva división en Estados Unidos.
Un proyecto que supondrá no solo terminar el desarrollo de sus vehículos, sino también ampliar sus actividades a sistemas de respaldo de la red eléctrica, así como la automatización de líneas de producción.
Unas inversiones favorecidas por el proyecto de reducción de la inflación de Estados Unidos (IRA) que permitirá hacer fluir el capital necesario para poner en marcha la fase comercial de esta prometedora alternativa.
¿Lograrán por fin las baterías de flujo abrirse camino después de casi 10 años de desarrollo?