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Estas prometedoras baterías de sodio son baratas, sostenibles y quieren revolucionar el sector del transporte

Tras el cambio de paradigma que supuso la adopción masiva de baterías LFP (litio-ferrofosfato) en 2020-2021 por parte de los fabricantes de automóviles chinos, todo parece indicar que la próxima gran revolución del sector serán las baterías de sodio, una solución todavía más asequible y ecológica que irá ganando peso en los próximos años.

Uno de los últimos proyectos relativos a su desarrollo es el liderado por el Centro de Investigación sobre Energía Solar e Hidrógeno de Baden-Württemberg (Alemania), que en colaboración con tres socios de renombre se encuentra trabajando en unas baterías de sodio potentes, rentables y sostenibles para el transporte urbano y aplicaciones de almacenamiento estacionario.

Denominada «4NiB» (batería de iones de sodio de 4 voltios), esta iniciativa busca consolidar una alternativa a las actuales baterías de litio, enormemente dependientes de materias primas críticas para su fabricación. El Ministerio Federal de Educación e Investigación alemán financiará el proyecto durante un período de tres años con 1,35 millones de euros.

Según se explica en la nota de prensa, el sodio está disponible en grandes cantidades y es más económico que el litio, ya que se puede obtener del cloruro de sodio. Además, este tipo de celdas prescinden del cobalto, del níquel, del cobre y del grafito, lo que se traduce en una importante reducción de costes.

Baterías de sodio, ¿la alternativa definitiva a las populares baterías de litio?

Las baterías de sodio no dependen de una cadena de suministro controlada por China

El objetivo del proyecto es crear una celda de alto rendimiento en formato bolsa con una densidad energética superior a los 200 Wh/kg. Para ello, se están desarrollando cátodos con fosfatos mixtos seguros y estables a alto voltaje a partir de polianiones, así como ánodos de carbono duro procedente de residuos orgánicos, utilizando para ello productos preliminares de gran abundancia en Alemania. Al electrolito líquido no acuoso seleccionado por los científicos se le pueden añadir compuestos iónicos para aumentar su conductividad y seguridad.

Dado que China acaba de comenzar a comercializar esta tecnología, el consorcio urge a que Europa haga lo mismo lo antes posible. Es interesante señalar que la empresa francesa Tiamat, participada por Stellantis, ya produce celdas de este tipo para una línea de herramientas de bricolaje de Leroy Merlin. Por lo tanto, si bien todavía no se utilizan en vehículos eléctricos, en realidad ya hay baterías de sodio europeas en el mercado.

Fuente | ZSW

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