La cuarta generación del FIAT Panda se ha filtrado meses antes de su presentación oficial, que tendrá lugar el próximo 11 de julio. El medio italiano alVolante ha publicado una serie de imágenes procedentes de la oficina de patentes en las que se puede observar con bastante detalle el diseño del crossover italiano desde todos los ángulos.
El nuevo FIAT Panda estará estrechamente emparentado con el Citroën C3; por ello, crecerá hasta los 4 metros de largo, dando el salto del segmento A (urbanos) al segmento B (utilitarios). Aunque lucirá algunos guiños al prototipo Centoventi de 2019, lo cierto es que su estética resulta mucho menos arriesgada, ya que prescinde del toque retro del concept car.
El frente recuerda poderosamente a la furgoneta Doblò, con unos faros rectangulares enmarcados por un cerco cromado que sustituye visualmente a la calandra. No faltarán algunos guiños al mundo de los SUV, véase las protecciones plásticas de los paragolpes, los pasos de rueda y los faldones. En la zaga habría que destacar los pilotos cuadrados, que se situarán en una posición elevada, así como el portón completamente negro.
En un principio, el Panda se fabricará en Brasil (donde se llamará Uno), Marruecos y Serbia. Se ofrecerá en versiones eléctricas y térmicas gracias al uso de la plataforma multienergía Smart Car. Todo apunta a que las unidades cero emisiones destinadas a Europa se producirán en Kragujevac, mientras que las variantes con motor de combustión interna (el archiconocido 1.2 PureTech de Stellantis) podrían venir de Kenitra con el objetivo de reducir costes al máximo.
El FIAT Panda retomará la denominación Uno en Sudamérica
Uno de los principales argumentos de venta del Panda será su asequibilidad. Olivier François, CEO de FIAT, señalaba hace unas semanas que la marca transalpina «puede y debe desarrollar una solución que ponga en dificultades a los chinos». Las tarifas del modelo eléctrico deberían ser similares a las del Citroën ë-C3, que parte de los 23.800 euros antes de ayudas.
Sus especificaciones técnicas tampoco variarán demasiado. Recordemos que el Citroën combina un motor de 113 CV (83 kW) con unas baterías LFP (litio-ferrofosfato) de 44 kWh de capacidad, suficiente para homologar una autonomía de 320 km WLTP. En cuanto a la carga, llega a un pico de 100 kW en corriente continua, tardando 26 minutos en pasar del 20 al 80%. Más adelante (2025) se añadirá una opción de acceso con 200 km WLTP, la cual se quedará en 20.490 euros.
Fuente | alVolante vía CocheSpias
