De acuerdo con un estudio realizado por el Kiel Institute for the World Economy de Alemania, el grupo BYD habría recibido al menos 3.400 millones de euros en subsidios gubernamentales directos como parte de la estrategia de las autoridades chinas para dominar el sector del coche eléctrico y de las baterías.
Según explican los responsables de elaborar este informe, las ayudas del gobierno chino habrían permitido a sus empresas crecer rápidamente, desbancando a la mayoría de rivales extranjeros en el mercado local (como demuestra el hecho de que BYD se haya convertido en la marca más vendida del país, por delante de Volkswagen) y facilitando su expansión a Europa.
Esta información ha visto la luz en plena investigación de la Unión Europea para esclarecer si los fabricantes chinos se han beneficiado de ayudas económicas injustas en los últimos años. De demostrarse que su competitividad se debe a la concesión de subvenciones estatales (lo que supondría hacerle la competencia desleal a las firmas occidentales), no se descarta la imposición de aranceles más elevados.
El Kiel Institute, que asesora al gobierno alemán, afirma que las ayudas a la industria en China son como mínimo tres o cuatro veces mayores que en los grandes países de la Unión Europea y la OCDE. El apoyo estatal no se limitaría a vehículos eléctricos y baterías, sino que también se daría en otros nichos emergentes (véase energía solar y eólica).
La Unión Europea podría imponer aranceles más elevados a los coches eléctricos chinos a partir de julio
China ya advirtió el año pasado que la investigación podría tener un impacto negativo en las relaciones económicas de ambos bloques, siendo definida por el Ministerio de Comercio como «un acto proteccionista manifiesto que perturbará y distorsionará gravemente la industria automotriz mundial y la cadena de suministro, y tendrá un impacto negativo en las relaciones económicas y comerciales entre China y la UE».
Si finalmente Bruselas impone aranceles más elevados que los actuales a partir de julio, el país asiático no descarta tomar medidas. «China prestará mucha atención a las tendencias proteccionistas de la UE y a las acciones de seguimiento, y salvaguardará firmemente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas». Las posibles represalias de Pekín afectarían principalmente a las marcas alemanas (BMW, Mercedes-Benz, Volkswagen), muy dependientes de China, ya que los otros dos grandes fabricantes europeos, Renault y Stellantis, tienen un peso cada vez más reducido en dicha región.
Fuente | Automotive News Europe
