Así es la experiencia de conducir más de 2.000 km en coche eléctrico a -18ºC en Noruega. ¿Cuántas veces paró a recargar?

Así es la experiencia de conducir más de 2.000 km en coche eléctrico a -18ºC en Noruega. ¿Cuántas veces paró a recargar?
El Hyundai Kona eléctrico, protagonista en esta prueba de más de 2.000 km en condiciones extremas.

6 min. lectura

Publicado: 10/04/2024 11:06

Las pruebas de largo recorrido con vehículos eléctricos son la muestra perfecta de lo que es capaz de realizar esta tecnología en la actualidad. Sin embargo, no abundan tanto las pruebas en condiciones extremas. Aquí en el sur de Europa no alcanzamos a tener las mismas condiciones que, por ejemplo, en Laponia, pero resulta interesante ver cómo se comporta un coche eléctrico en estas circunstancias.

Ya hemos dicho muchas veces cómo afecta el frío al comportamiento de un vehículo eléctrico. Las reacciones químicas de la batería se ralentizan por las bajas temperaturas, lo que se traduce en una pérdida de autonomía y en un aumento del consumo, sobre todo motivado por el uso de la calefacción. Noruega, país europeo líder en venta de coches eléctricos, es un buen país para realizar pruebas de este tipo.

Y hasta allí que se fueron los compañeros del medio francés Automobile Propre. Su reto: conducir un Hyundai Kona eléctrico durante más de 2.000 kilómetros. El conductor protagonista de esta historia se cruzó Noruega de norte a sur, atravesando partes de Finlandia y Suecia, durante cuatro días. En total, 2.026 kilómetros, con temperaturas que alcanzaron los -18ºC.

Victor Diakov llevaba en sus manos un Hyundai Kona eléctrico de segunda generación en su versión de 217 CV y batería NMC (menos sensible al frío extremo que, por ejemplo, las LFP) de 65 kWh, que prometía una autonomía de 454 kilómetros según el ciclo WLTP. El coche eléctrico surcoreano admite una carga máxima de 102 kW, lo que le permiten pasar del 10 al 80% de su carga en 41 minutos.

En su prueba, Victor explica sus dudas iniciales antes de comenzar el reto, pero lo cierto es que Noruega, a pesar de las condiciones climáticas extremas, es un país que se presta mucho a ello, ya que la integración del vehículo eléctrico en su sociedad está a otro nivel. Lo mejor es escuchar/leer las conclusiones y relatos que cuenta después de estar 4 días cruzándose el país.

Ojo: en ese tiempo, paró a cargar baterías un total de 10 veces, aunque asegura que podían haber sido 8, ya que al menos 4 de estas recargas fueron «de confort». Es decir, aprovechar una pausa en el camino para comer o tomar un café, y así recuperar algo de energía en la batería. Los datos de las recargas nos dejan un ‘stint’ máximo de 306 kilómetros (sin saber tampoco el nivel inicial de batería), pero ya se deja entrever el hecho de cómo se reduce el alcance por el frío.

El Hyundai Kona eléctrico registró un consumo medio de 21,2 kWh, en circunstancias climatológicas que se movieron entre los -18º y los 0ºC, con «mucho viento, nieve y lluvia helada». En total, Victor se gastó 244,40 euros para los 2.025 kilómetros que recorrió: lo equipara a un viaje con coche diésel que consuma unos 6,5 l/100 km y pagando el gasóleo a unos 1,85 euros el litro.

Para nuestro protagonista, «la travesía resultó bastante fácil». Asegura haber salido únicamente una vez con la batería al 100% y haber llegado a una estación de recarga con menos del 5%.Victor destacó la enorme presencia de puntos de recarga en los países nórdicos: «Están en todas partes, incluso en las profundidades de la Laponia finlandesa». Utilizó la app Chargemap y otras locales, con las que reconoció sentir dificultades para entender la interfaz de las terminales.

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Y como conclusión, da varios detalles que solo probando el coche en estas condiciones se ponen realmente en valor: en primer lugar, y como dato positivo, el sistema de preacondicionamiento, apostando por activarlo unos 30-40 minutos antes de enchufar la batería a cargar. «Los 102 kW de carga rápida rara vez son un obstáculo en la vida diaria, especialmente si recuerdas preacondicionar bien la batería». La calefacción en asientos y volante son otros elementos del equipamiento muy a tener en cuenta.

Por otro lado, avisó que la nieve «tiende a bloquear todos los sensores de asistencia situados en la parte frontal». Por ejemplo, ‘perdió’ el control de crucero adaptativo pasados unos cientos de kilómetros de conducción, obligándole a parar para limpiar la nueve incrustada… cuando el tiempo lo permite. «Es mucho menos peor de lo que me imaginaba: 21,2 kWh / 100 km de media en más de 2.000 km con una temperatura que oscila entre -18° y 0°, francamente, no está nada mal», remata Victor en su prueba.

Fuente | Automobile Propre