Alemania, Francia y Países Bajos aglutinan dos tercios de los puntos de carga de la UE
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Publicado: 13/05/2024 16:23
De acuerdo con el último informe de la ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles), tres países de la Unión Europea aglutinan dos tercios de las estaciones de carga operativas: Países Bajos, Alemania y Francia. Y es que, de los 632.423 puntos de carga públicos disponibles a finales de 2023, el 61% se concentraban en estas regiones.
El 39% restante se divide en otros 24 países; es decir, existe una enorme concentración de la infraestructura de carga en apenas un 20% del territorio europeo. Países Bajos cuenta con 144.453 terminales, Alemania con 120.625 y Francia con 119.255. La ACEA señala que esto tiene un impacto directo en los niveles de ventas de coches eléctricos.
Y es que los países con menor número de cargadores también son los que muestran una menor cuota de eléctricos, como bien demuestran Italia y España, que tienen 41.144 y 30.385 estaciones respectivamente. En nuestro mercado, los eléctricos tienen una participación del 5%, mientras que en el país transalpino se conforman con un 4.2%.
Según la ACEA, el actual ritmo de despliegue resulta insuficiente de cara a cumplir con los objetivos de descarbonización de la Unión Europea, ya que las ventas de coches eléctricos han crecido tres veces más rápido que el número de puntos entre 2017 y 2023, año en el que se construyeron aproximadamente 150.000 puntos (menos de 3.000 a la semana).
El ritmo de despliegue de los puntos de carga en la Unión Europea es insuficiente
La Comisión Europea calcula que serán necesarios 3.5 millones de cargadores para finales de la década, frente a los 630.000 actuales, por lo que deberán instalarse unas 410.000 estaciones al año (8.000 a la semana), el triple que en el último ejercicio. La ACEA cree que estos números son demasiado conservadores, cifrando la cantidad necesaria en 8.8 millones de puntos. Esto conllevaría construir 1.2 millones de cargadores de forma anual (22.000 a la semana), ocho veces más que en 2023.
«No es ‘agradable tener’ un fácil acceso a puntos de carga públicos, sino una condición esencial para descarbonizar el transporte por carretera, además del apoyo al mercado y un marco de fabricación competitivo. Es necesario aumentar urgentemente las inversiones en infraestructura de carga pública si queremos cerrar la brecha y cumplir los objetivos climáticos», explicaba recientemente Sigrid de Vries, directora general de la ACEA.
«Necesitamos una adopción masiva de los coches eléctricos en todos los países de la Unión Europea para alcanzar los ambiciosos objetivos de reducción de dióxido de carbono de Europa. Esto no sucederá sin una amplia disponibilidad de infraestructura de carga pública en toda la región. Estamos muy preocupados debido a que el despliegue de infraestructura no ha seguido el ritmo de las ventas de automóviles eléctricos en los últimos años. Es más, esta brecha corre el riesgo de ampliarse en el futuro, en mucha mayor medida de lo que estima la Comisión Europea».
Fuente | ACEA