Gracias al renting social, este propietario puede moverse gratis en su Peugeot e-208, y sin plaza de garaje
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Publicado: 20/07/2024 07:00
El renting social que ha puesto en marcha el gobierno de Francia, es una fórmula que permite a las rentas bajas hacerse con un coche eléctrico en formato de renting, y por una cuota muy asequible. Tanto, que algunos clientes logran cubrir ese coste con los ahorros que logran frente a su anterior coche de combustión.
La idea del formato es sencilla. Que las rentas con unos ingresos fiscales inferiores a 15.400 euros anuales, los trabajadores por cuenta ajena que residan a más de 15 km del lugar de trabajo, o los autónomos que recorran más de 8.000 km por semana, puedan acceder a un coche eléctrico en un contrato de tres años por una cuota muy reducida.
El caso de Jerome, que ha sido entrevistado por el portal francés Automobile-propre, es muy interesante ya que se trata de un cliente que ha recibido un Peugeot e-208. Una elección donde sobre la mesa han estado otras alternativas, como el Renault ZOE, que no estaba en el listado de opciones, el Renault Twingo, que ha descartado por tener poca autonomía, o el Renault Megane, que no ha elegido por su elevado coste.
Finalmente, Jerome seleccionó el 208 eléctrico. Una propuesta compacta, con una buena autonomía, sistema de carga rápida eficaz, y un precio contenido. Un modelo que usará para sus desplazamientos profesionales, y sus vacaciones, y que en apenas dos meses ya acumula más de 4.400 km en su marcador.
Uno de los aspectos más interesantes de este caso, es que el conductor no tiene plaza de garaje donde cargar su vehículo. Tiene que estacionarlo en la calle, y cargar siempre en estaciones públicas.
Para ello busca estaciones con precios lo más económicas, posibles, con alternativas como una estación cerca de su vivienda que tiene una tarifa nocturna de 24 céntimos de euro el kWh. Eso si, con la condición de que el coche se desconecte de la toma antes de las 8 de la mañana.
En su lugar, el conductor se las arregla de otra manera: “Practico la carga de oportunidad. Cuando voy a algún lugar, busco dónde puedo conectarme. Lo que me permite evitar hacer desvíos. Y comparo precios de antemano. Ya he recargado en terminales de Tesla y Lidl , por ejemplo. También apunto a muchas estaciones de carga a 0,30 euros por kWh. Hay uno en una de las carreteras que uso habitualmente”.
En total, en estos primeros 4.400 km, Jérôme estima que el coste medio del kWh es de 0,32 euros. Esto supone un ahorro de más del 50% respecto al coste de moverse con su anterior coches, un pequeño Renault Twingo gasolina.
En dos meses, el conductor indica que ha logrado ahorrar 280 euros, que es exactamente el precio de dos alquileres del e-208, por el que paga 140 euros mensuales: 107 por el arrendamiento social, 15 por el color opcional y el resto por mantenimiento.
Un coste que es superior al que habría pagado de poder cargar en una toma doméstica. Pero algo que le obligaría, en su caso, a alquilar una plaza de garaje, montar un equipo de carga y pagar tanto el consumo como los costes fijos del contrato eléctrico. Aspectos que se llevarían por delante sus ahorros frente a cargar en la calle.
También está el escenario del propietario con plaza de garaje en propiedad, que pueda instalar un punto de carga en casa conectado al contador de la vivienda. En ese caso podría sacar el máximo partido económico a este renting social, ahorrando una importante cantidad de dinero mensualmente.