Canadá impone unos aranceles del 100% a los coches eléctricos chinos

Siguiendo los pasos de Estados Unidos y la Unión Europea, Canadá acaba de introducir una serie de medidas para proteger su industria frente a la competencia china: el gobierno del país norteamericano ha anunciado la entrada en vigor de unos nuevos aranceles del 25% al acero y aluminio de origen chino… y del 100% a los coches eléctricos.

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha señalado que «todos sabemos que China no juega con las mismas reglas» que otras potencias. Teniendo en cuenta que la economía canadiense depende en gran medida de las exportaciones a Estados Unidos, su alineación con los intereses de su vecino era más que predecible.

Chrystia Freeland, ministra de Finanzas de Canadá, explicaba hace unas semanas que los fabricantes tradicionales se enfrentan a lo que considera una competencia desleal por parte de la industria china. «La geopolítica y la geoeconomía han vuelto a cobrar protagonismo. Eso significa que los países occidentales –y en gran medida Estados Unidos– están dando prioridad a las cadenas de suministro seguras y están adoptando una actitud diferente respecto del exceso de capacidad chino».

Aunque el principal importador de coches eléctricos producidos en China es Tesla, lo que realmente preocupa a las autoridades canadienses es la llegada de marcas como BYD, que recientemente confirmó su intención de introducirse en este mercado. Además de las nuevas tasas, el gobierno también ha acordado otorgar subsidios a grupos como Honda, Stellantis y Volkswagen para proteger sus plantas locales.

Occidente consuma su giro proteccionista ante el auge de la industria china

Si bien la Unión Europea no ha tomado medidas tan contundentes como Canadá o Estados Unidos, el próximo mes de octubre votará la imposición de nuevos aranceles de hasta el 36.3% a los coches eléctricos de origen chino después de que a principios de julio se introdujeran unas tasas punitivas de carácter temporal, las cuales han afectado especialmente a SAIC, matriz de la firma anglo-china MG.

La marca ha confirmado que no aumentará los precios de sus coches eléctricos a corto plazo, pero si finalmente se aprueban los nuevos aranceles, la subida será inevitable. El fabricante por el momento cuenta con suficiente stock de su principal superventas eléctrico, el compacto MG4, para aguantar hasta noviembre, mes en el que entrarían en vigor las tasas definitivas.

Esto podría acelerar sus planes para construir una factoría en suelo europeo. Entre los países candidatos a recibir la planta se encuentran España, Hungría y República Checa. La decisión definitiva podría anunciarse a finales de septiembre.

Fuente | Automotive News Europe