Los concesionarios de Stellantis hacen saltar las alarmas y temen por su supervivencia

Los concesionarios del grupo Stellantis se han puesto en pie de guerra contra la dirección al considerar los objetivos de reducción de emisiones inalcanzables por la falta de competitividad de sus coches eléctricos.

Los concesionarios de Stellantis hacen saltar las alarmas y temen por su supervivencia

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Publicado: 11/10/2024 10:35

Los distribuidores europeos de Stellantis enviaron una carta a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quejándose de los objetivos de emisiones de CO2 previstos para 2025, alegando que temían por su supervivencia al no ser competitivos en el mercado del coche eléctrico.

Los concesionarios del grupo europeo piden el aplazamiento de los objetivos de emisiones. Esta carta, obtenida por Bloomberg News, pone sobre la mesa el profundo desacuerdo entre los distribuidores y su director general, Carlos Tavares.

Los distribuidores de Stellantis creen que las nuevas normas europeas que entrarán en vigor el 1 de enero de 2025 no sólo son poco realistas sino también peligrosas para la supervivencia de la red de distribución de automóviles. En la carta enviada a la presidenta de la Comisión Europea indican que: «Los objetivos de reducción de emisiones de CO2 para 2025 son inalcanzables en las condiciones actuales del mercado. Existe una brecha cada vez mayor entre las ambiciones de la Unión Europea (UE) y la realidad sobre el terreno.«

Precios demasiado caros y falta de infraestructura

Peugeot e-208 en una estación de Zunder

Los concesionarios de Stellantis señalan dos problemas importantes. En primer lugar, el precio de los coches eléctricos, que, según ellos, sigue siendo inasequible para la mayoría de los clientes. «Estamos en contacto diario con clientes finales que frecuentemente rechazan los vehículos eléctricos por preocupaciones sobre el precio y la autonomía«.

Además, también destacan la falta de infraestructura de carga, lo que complica la adopción de coches eléctricos y, por tanto, dificulta la consecución de los objetivos de ventas fijados por Stellantis.

Por su parte, Carlos Tavares se opuso a un aplazamiento de las normas europeas sobre emisiones de CO2. Calificó de “surrealista” cualquier intento de cambiar estos objetivos tan cerca de ponerse en marcha. Una postura contraria a la de la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA), que teme sanciones en caso de incumplimiento de estas nuevas normas que podrían alcanzar hasta 15.000 millones de euros para los fabricantes europeos.

Carlos Tavares, jubilación en 2026

Carlos Tavares, CEO de Stellantis

Hoy hemos conocido además, que el director ejecutivo de Stellantis se jubilará en 2026, por lo que los concesionarios no podrán presionar mucho al actual jefe del grupo ya que no seguirá al mando una vez termine su contrato, e incluso este está participando en el proceso para elegir a su sucesor.

Ahora el objetivo es enderezar una marcha que se está torciendo rápidamente. El grupo atraviesa un momento difícil y anunció a finales de septiembre una clara revisión a la baja de su objetivo de margen operativo, estimado ahora entre el 5,5% y el 7%, frente a las “dos cifras” anteriores.

En julio, una fuerte caída de los resultados del primer semestre, perjudicada en particular por una caída del 18% en las ventas en Norteamérica, la principal fuente de ingresos del grupo. Y, en el tercer trimestre, cayeron otro 20% interanual, y que ahora corre el riesgo de contagiarse también a Europa.

Carlos Noya

La opinión de Carlos Noya

Los concesionarios de Stellantis, que como recordamos aglutinan a marcas como FIAT, Citroen, Opel e incluso la nueva Leapmotor, se quejan de que no tienen coches eléctricos económicos, pero la realidad es que estos están llegando, aunque muy justos en el tiempo para lograr un impacto respecto a las nuevas normas de emisiones. Un llamamiento de los vendedores que busca extender el actual sistema que está condenado a desaparecer ante la evolución de la tecnología, y que es un auténtico riesgo existencial para los grupos europeos que se están quedando atrás.