El presidente de Ford admite que conduce un coche de Xiaomi desde hace seis meses, y está encantado

El pasado mes de abril, el presidente de Ford, Jim Farley, voló junto con su equipo a Shanghái para visitar sus instalaciones en China y ver en primera persona la evolución de la competencia local. Un viaje con mucha repercusión ya que el elevado nivel de desarrollo de los grupos chinos impactó a Farley. Además, aprovecharon el desplazamiento para comprar y llevarse a Detroit varios coches eléctricos chinos, incluyendo una unidad del Xiaomi SU7.

A su vuelta de China, el Sr. Farley indicó en una entrevista que en aquel mercado los clientes pueden encontrarse con coches con autonomías de 400 o 500 km, con precios de menos de 15.000 euros. Modelos con tecnologías muy avanzadas, mucho más que los occidentales, a precios de saldo, que para el máximo responsable de Ford, son un riesgo existencial para marcas como la que dirige.

Esta semana, el propio Jim Farley ha realizado una entrevista en el podcast Robert Llewellyn en «The Fully Charged Podcast» donde ha confirmado, además de que han comprado una unidad del coche eléctrico de Xiaomi, que el mismo lo conduce desde hace seis meses, y además ha indicado que está encantado y que no quiere dejarlo.

«Es fantástico. Venden entre 10.000 y 20.000 unidades al mes. Se agotan durante seis meses. Ya sabe que Xiaomi es un gigante de la industria y una marca de consumo mucho más fuerte que las compañías automovilísticas«.

De las marcas chinas, Farley ha indicado anteriormente ser conocedora de la velocidad a la que se están moviendo los grupos del gigante asiático. Han analizado propuestas como la líder del mercado, BYD, que les ha sorprendido por su avanzada y sencilla ingeniería, además de sus buenas capacidades dinámicas. Ya no hay un apartado que los chinos no hayan controlado y mejorado.

El riesgo no es solo que se estén haciendo fuertes en su mercado. Su sobrecapacidad les está llevando a expandirse fuera de sus fronteras, como Europa, pero también con una velocidad impensable por otras regiones menos importantes en cuanto a publicidad, pero que suman unidades al balance general: América Latina, África, Oriente medio…etc. 

Por ejemplo, en Brasil, los chinos ocupan el 88% del mercado del coche eléctrico, y en Tailandia son el 70%. En el resto, su presencia no para de crecer.

La carrera no será fácil. Ford está viendo como los ingresos y beneficios están cayendo rápidamente, y en el segundo trimestre las ganancias por acción de la compañía fueron de 0,47 dólares, por debajo de las estimaciones de los analistas de 0,68 dólares. Su rentabilidad para el trimestre se vio afectada por las bajas ventas de su división de coches eléctricos, que registró una pérdida de 1.140 millones de dólares en medio de una desaceleración de la demanda.

Tampoco será sencillo para los chinos, que tendrán que inyectar mucho dinero en esta primera fase. En el caso de Xiaomi, su división de coches eléctricos acumuló unas perdidas en el segundo trimestre de 252 millones de dólares. Un tiempo en el que entregó 27.307 unidades.

Pero está claro que la dinámica de unos y otros es muy diferente, con unos grupos chinos que crecen con intensidad gracias a su excelente relación calidad/precio, y que mejoran de forma sustancial en cada generación, con unas actualizaciones que incluso superan las dos por año, frente a los tres o cuatro años que pasaban en el ciclo tradicional.

Xiaomi es solo pa punta de iceberg para las marcas occidentales y japonesas, que tienen que enfrentarse a nombres cada vez más numerosos y competitivos, como BYD, NIO, Xpeng, Li Auto, Changan, Chery…etc, y por supuesto, Tesla.