Así pueden los coches eléctricos ahorrar miles de millones de euros a Europa con la carga bidireccional
Un nuevo estudio de la organización Transport & Environment indica que la red energética europea podrá ahorrar miles de millones de euros al año gracias a la carga bidireccional de los coches eléctricos que harán de sistemas de almacenamiento sobre ruedas.
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Publicado: 04/11/2024 09:08
El informe de Transport & Environment (T&E) nos muestra como los coches eléctricos dotados de sistemas de carga bidireccional, V2G, pueden funcionar como “baterías sobre ruedas”. Esto significa que los vehículos pueden absorber electricidad cuando hay un exceso de oferta de las renovables, y liberarla nuevamente cuando la demanda es mayor, reduciendo la necesidad de almacenamiento con grandes parques de baterías, ahorrando grandes cantidades de dinero a los usuarios.
La carga de un coche eléctrico puede fluir en ambas direcciones. Desde la red a la batería del coche, y del coche a la red eléctrica. Lo que al principio parece un poco complicado, desde hace tiempo se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana en miles de viviendas que ya cuentan con baterías de respaldo residenciales, y que se han convertido en una parte cada vez más importante del sistema energético europeo.
Si, además de baterías estacionarias, usamos la del nuestros coches eléctricos, lograremos obtener muchas ventajas. Por ejemplo, cualquiera que tenga un sistema fotovoltaico en su tejado puede sacar el máximo partido al mismo. Este se debe a que buena parte de la electricidad generada no es consumida por la vivienda, y el vertido a la red suele hacerse con un precio my bajo. También está la estacionalidad de la producción solar, muy dependiente de las condiciones climatológicas y la época del año.
Esto significa que la proporción de autoconsumo se puede aumentar con un sistema de almacenamiento. Pero sus costes suelen ser habitualmente muy altos, con un precio medio en Europa de entre 750 y 1.200 euros el kWh. Esto quiere decir que una batería básica de 10 kWh nos puede salir entre 7.500 y 12.000 euros.
Es por eso que aprovechar la batería del propio vehículo como sistema de almacenamiento puede permitir a muchos usuarios en evitar la compra de una batería, con el consiguiente ahorro económico.
Hasta 22.000 millones de euros al año en ahorros para Europa
Pero hay aún más ventajas. T&E ha indicado que: “Al utilizar vehículos eléctricos para almacenar energía y devolverla a la red eléctrica, los proveedores de energía y los conductores de Europa pronto podrían ahorrar miles de millones de euros al año”.
La organización se refiere específicamente a un informe de los institutos de investigación Fraunhofer ISI e ISE. De esta manera, la llamada tecnología V2G podría aliviar el sistema energético europeo con un ahorro estimado de unos 22.000 millones de euros cada año.
La razón de este enorme potencial de reducción de costes es que los vehículos eléctricos de carga bidireccional podrían reducir la necesidad de almacenamiento de baterías estacionarias en la UE hasta en un 92% para 2040.
Según Kim Kohlmeyer, director de electromovilidad en Alemania en T&E: “La carga bidireccional nos proporcionará baterías sobre ruedas de forma relativamente gratuita. Esto también reduce la presión para construir grandes parques de baterías para almacenar los excedentes de producción de la eólica y la solar”.
Los retos a superar
El estudio indica que un cliente con un coche eléctrico y carga bidireccional en su vivienda, puede lograr ahorrar hasta 727 euros al año, o el 45% de su factura eléctrica.
Sin embargo, esto puede variar mucho dependiendo de la ubicación del vehículo, el tamaño de la batería del vehículo, y si la casa tiene un sistema solar. También es necesario contar con un cargador con capacidad bidireccional, escasos y caros en la actualidad. Pero a largo plazo, estas estaciones domésticas bidireccionales deberían costar solo 100 euros más que los cargadores convencionales según T&E.
Sin embargo, T&E también limita significativamente los resultados del nuevo estudio. La organización destaca: «Es necesario un marco coherente para la carga bidireccional para poder aprovechar el potencial. Es problemático, por ejemplo, que los fabricantes utilicen actualmente diferentes enfoques técnicos para integrar la carga bidireccional en sus coches eléctricos«.
Esto supone que muchos modelos que se fabrican en la actualidad no sean compatibles con la carga bidireccional, o que el estándar no sea el mismo, lo que dificultará su utilización.
También está la cuestión de la regulación. Y es que con el vertido a red de los excedentes de la solar, los clientes tiene que pasar por un proceso burocrático lento y farragoso, algo que las administraciones públicas deberían evitar para la nueva generación de cargadores bidireccionales que, como vemos, permitirá a Europa sacar mayor partido a sus fuentes renovables y ahorrar una buena cantidad de dinero.