Estas son las averías más habituales en los coches eléctricos de diez años

La buena noticia es que las baterías de los coches eléctricos son aparentemente mucho más robustas de lo esperado. Esta es la conclusión de los diferentes estudios a largo plazo del comportamiento de los vehículos, pero que desvela que los problemas llegan por otro lado.

Estas son las averías más habituales en los coches eléctricos de diez años

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Publicado: 23/12/2024 09:16

En la primera generación de coches eléctricos, muchos temían que las baterías fuesen el Talón de Aquiles. Una fuente de problemas que incluso llevó a algunas marcas a lanzar sistemas de alquiler de las propias baterías, Pero el paso del tiempo y los datos están demostrando que las baterías son mucho más duraderas de lo que muchos pensaban, y que los problemas mecánicos llegarán desde otros frentes.

Y es que después de 300.000 kilómetros, los diferentes estudios, como el realizado por la consultora P3 Group, que ha analizado los datos de 7.000 coches eléctricos, demuestran que las baterías todavía tienen una capacidad media restante del 87%.

Por supuesto, hay casos puntuales donde la batería falla en su totalidad o en ciertos módulos, con un elevado coste de reparación en caso de estar fuera de garantía. Pero los datos muestran que son casos muy concretos, mientras que la mayor parte de los packs pueden durar más que los vehículos.

Las averías más habituales en los coches eléctricos

Según un estudio de la empresa de servicios de reparación de coches eléctricos EV Clinic, que toma datos procedentes de 20 talleres colaboradores dedicados a la reparación de coches eléctricos en todo el mundo, los errores más comunes en los primeros diez años de vida de un coche eléctrico están centrados en tres apartados: motores eléctricos, cargadores a bordo y el inversor.

Las baterías ocupan el cuarto lugar. En este apartado, las celdas en formato en bolsa, como las que usa el Nissan LEAF, son las más problemáticas. Por su parte las celdas cilíndricas son las más fiables, y las más fáciles de reparar, seguidas de las prismáticas.

Dentro de la fiabilidad de los vehículos, aquí también hay diferencias según el modelo y marca. Por supuesto, los analizados son propuestas de la primera generación, ya que los nuevos todavía no han acumulado un suficiente número de datos para dar muestras más completas, pero lo habitual es que estos cuenten con sistemas más evolucionados y fiables, por lo que sus resultados futuros deberían mejorar a los actuales.

Tesla es de las que mejores resultados logran en cuanto a baterías. Buen rendimiento y facilidad de reparación gracias a su total apuesta por las celdas cilíndricas en sus primeros modelos.

Muchos Model S todavía logran recibir la recomendación de compra en el mercado de ocasión, aunque por otro lado se enfrentan al reto de los problemas de su motor, que se suelen estropear, según los datos de EV Clinic, cada 50.000 o 100.000 km. Algo que ya no sufren los Model 3 o Model Y.

También recibieron buenas notas el Volkswagen e-Golf, e-Up, Hyundai Ioniq , BMW i3 y Mercedes Clase B.

En Renault, hay luces y sombras. Por ejemplo, el Renault ZOE, fabricado entre 2013 y 2016, es “increíblemente fiable”, según EV Clinic: Según sus datos, nunca les ha llegado ningún sistema de batería para repararlo. En cambio, en las nuevas generaciones estiman que si habrá problemas en motores e inversores.

Para Smart, en su primera generación eléctrica desarrollada por Mercedes, y en el mercado desde 2012, es una “verdadera obra maestra”. No pasa lo mismo con su sucesor, que está equipado con tecnología Renault, como «uno de los peores coches jamás producidos en cien años de historia del automóvil«.

«Hemos visto casi todos los errores posibles. Y casi cada uno de estos errores cuesta alrededor de 5.000 euros en un centro de servicio autorizado”.

Coches eléctricos a evitar

Además del Smart de segunda generación, desde EV Clinic también añaden a la lista negra de coches eléctricos a evitar el Nissan LEAF y el Jaguar iPace.

También hay espacio para otros grupos, como Stellantis, entre ellas Fiat, Opel, Peugeot, Citroën, de los que indican que los motores eléctricos pueden fallar después de tan solo 12.000 kilómetros. El taller independiente se queja sobre todo de problemas con la garantía, el suministro de repuestos y la documentación.

En el TÜV la atención no se centra en la fiabilidad y la facilidad de reparación, sino más bien en la seguridad. Las baterías tampoco aquí ninguna mención negativa. «Los vehículos eléctricos no son técnicamente ni más seguros ni más inseguros que los vehículos con motor de combustión«, informa la organización. Los defectos típicos se encuentran más comúnmente en el ámbito no eléctrico, por ejemplo en las suspensiones, los ejes o en los frenos.

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