La paridad de precios entre coches eléctricos y térmicos está más cerca de lo que pensamos
La caída de los precios de las baterías en los últimos años invita a pensar que la paridad entre los coches eléctricos y sus homólogos térmicos está mucho más cerca de lo que podamos pensar. Estas son las previsiones.
En las últimas semanas hemos hablado en varios artículos de la importante caída de precios que están sufriendo las baterías de los coches eléctricos. Uno de los componentes más importantes en este tipo de vehículo, al menos en lo que representa de su coste total lo es. De que puedan reducirse estos precios depende y mucho de que podamos acceder en el mercado a modelos más accesibles.
Según los últimos datos del análisis de mercado realizados por BloombergNEF, hemos podido constatar que los precios de los paquetes de baterías han vivido en el último año su mayor caída registrada desde el pasado 2017. El precio promedio ha caído un 20% en el último año, situándose en los 115 dólares por kWh. Sin embargo, esta cifra es muy desigual en función del mercado al que miremos.
En China, donde los fabricantes tienen el poder casi absoluto de la cadena de producción de coches eléctricos y de las baterías, el coste medio se sitúa en los 94 dólares el kWh, situándose por debajo de la barrera de los 100, que marca un factor importante: estar por debajo significa estar en una teórica paridad de precios entre los vehículos eléctricos y sus homólogos con motor térmico.
Según las previsiones de BloombergNEF, el precio medio de las baterías caerá justamente de esa cifra psicológica para el año 2026, mientras que para el final de la década se espera que caigan drásticamente hasta los 69 dólares el kWh. No obstante, habrá que analizar con detenimiento los dos grandes mercados mundiales al margen del chino: Europa y Estados Unidos. Según el análisis antes mencionado, las baterías en Europa todavía tienen un precio medio bastante más elevado, un 48%, lo que los situaría en los 139 dólares/kWh, mientras que en Estados Unidos son un 31% más caras (123 dólares/kWh).
De seguir cayendo al mismo ritmo en los dos próximos años, lo cierto es que sí sería posible alcanzar la previsión de los 100 dólares el kWh para el 2026 en nuestro mercado, una muestra de que los precios de los coches eléctricos podrían acabar equiparándose a los térmicos. Y es que, ante el estancamiento de la demanda de coches eléctricos en 2024, la necesidad de baterías más baratas es un imperativo para el mercado.
De momento, este enfriamiento del mercado, sumado al exceso de oferta de baterías, la caída de los precios de los metales y las economías de escala han hecho posible la mayor caída de los precios en el último año como hacía mucho que no pasaba. Sin embargo, otros factores geopolíticos y macroeconómicos podrían interrumpir este descenso, por lo que deberemos estar atentos a cómo se palpa el mercado en los próximos años.