La última gran inversión europea para la producción de baterías e hidrógeno verde viene con veto incluido a China
La Comisión Europea destinará 4.600 millones de euros con dos objetivos principales: impulsar la producción de baterías, por un lado, y la producción local de hidrógeno verde, lo que implica también imponer restricciones contra China.
La industria automovilística europea necesita de una fuerte inversión por parte de las autoridades para ganar terreno frente al enorme poderío chino y para tampoco quedarse atrás frente a otros rivales de mercado, como Estados Unidos. Si Europa quiere su propia cadena de producción y que esta sea potente, con el objetivo de acelerar la descarbonización de la sociedad, se necesitan más iniciativas como la que se acaba de anunciar desde Bruselas.
Y es que la Comisión Europea anunció la inversión de 4.600 millones de euros para impulsar tecnologías «limpias» dentro del marco del Fondo de Innovación, usando los ingresos del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión. Estas ayudas tendrán dos destinos fundamentales, que buscan eso sí el objetivo común de acelerar el despliegue de tecnologías innovadoras que favorezcan, como decíamos, la descarbonización en Europa.
La mil millonaria inversión europea tiene como partida los 3.400 millones de euros destinadas a dos convocatorias de propuestas, que incluyen las baterías para los coches eléctricos. Además, la Comisión y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) han iniciado una nueva asociación que apoyará las inversiones en el sector de fabricación de baterías de la Unión Europea, con una aportación adicional de 200 millones de euros en forma de garantía de préstamo (programa InvestEU).
Entre otras cosas, este último dinero irá destinado a apoyar proyectos innovadores que impliquen cualquier tramo de la cadena de valor de fabricación de las baterías europeas, facilitando los procesos de financiación a operaciones adicionales de deuda de riesgo del BEI para el próximo trienio.
Por otra parte, la Comisión Europea pondrá a su vez la segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno, lo que permitirá impulsar y acelerar la producción de hidrógeno verde o renovable en el Espacio Económico Europeo. En este sentido, se contará con un presupuesto de 1.200 millones de euros de los propios fondos de la UE, además de contar con otros 700 millones de euros de tres Estados miembros de la UE. Nuestro país, España, ha anunciado que concederá en este sentido entre 280 y 400 millones de euros a la causa.
Respecto a esta inversión en la producción de hidrógeno verde, aquél generado a partir de fuentes y energías renovables (como la solar o la eólica), Europa ha querido añadir una cláusula a sus condiciones, y es el límite de participación de firmas chinas en el proceso de producción de este hidrógeno. La Comisión no quiere que, de nuevo, las empresas chinas puedan construir un dominio en este sector como ya han hecho, por ejemplo, en el de las baterías o en el de los paneles solares, y que se pueda generar una dependencia «irreversible» de los agentes chinos.
Los proyectos que opten a estas ayudas, y que se pueden presentar hasta el 20 de febrero del 2025, podrán tener como máximo un 25% de pilas de combustible o electrolizadores procedentes de China, medido en megavatios eléctricos (MWe): no se podrá sobrepasar ese límite en los tratamientos de superficie, montaje de pilas y en la producción de unidades celulares.