El desastre de los fabricantes europeos y japoneses en China
Las ventas de los fabricantes europeos y japoneses van cuesta abajo en China, primer mercado mundial del automóvil, con unas cifras que contrastan con el fuerte crecimiento de los grupos locales.
China es el primer mercado mundial del automóvil. De los algo más de 80 millones de coches que se venden cada año en el mundo, solo el gigante asiático consume más de 31 millones. Un lugar que ha sido hasta ahora un puntal para las cifras de ventas de los grupos europeos y japoneses, que ahora están cayendo con fuerza, mientras los fabricantes locales crecen a un ritmo vertiginoso.
Según los datos publicados hace pocas horas, que nos muestran el resultado del pasado año, vemos que, como era de esperar, BYD lidera la lista de ventas. Es el que más volumen ha logrado, 3.49 millones de coches en China, y es de las que más crece, un 46.1% más ventas que el año pasado.
Además, y tal vez lo más importante, es que BYD crece vendiendo solo coches eléctricos e híbridos enchufables, y lo hace de una forma bastante sana, ya que lo hace casi al 50% cada tecnología. Una tecnología que según las estimaciones este año superará la mitad de las ventas del país, lo que posiciona a la marca china en un lugar privilegiado de cara al futuro.
Salvo alguna excepción, como Changan, que cae un 22.1%, o Aion, un 24.1% menos, vemos como los números verdes acompañan en mayor o menor intensidad a los fabricantes chinos.
Geely ya es la tercera fuerza en ventas de coches en China, con un millón de unidades y un crecimiento del 15%. Wuling no para de crecer, con 817.900 unidades y un 20% más que el año anterior, mientras que Chery, con presencia en España, se dispara un 52.8% en 2024.
Incluso Tesla logra crecer de forma importante en un escenario complejo, con una competencia brutal y el final de ciclo del Model Y, y aumenta sus ventas un 8%.
China: se hunden los europeos y japoneses
No hay ningún fabricante, de mínimo volumen, tanto europeo como japonés que haya logrado salvar los muebles en 2024.
Volkswagen, uno de los líderes de ventas en las últimas décadas en China, cae un 2.7%. Toyota sufre un duro golpe con un descenso del 7.4%. Y en ambos casos, no hay argumentos a la vista de que la situación vaya a cambiar ya que no hay una oferta competitiva, ni actual ni a dos años vista, capaz de dar la vuelta a la tortilla.
Honda se descalabra un 29%, y va camino por la vía rápida de seguir los pasos de Mitsubishi y abandonar el mercado chino a muy corto plazo. BMW se deja un 13.2%, Nissan un 8.9%, Audi un 4.5%, Mercedes-Benz un 4.8%. No se salva ni uno.
La conclusión es que, salvo giro dramático de última hora, la espiral negativa en la que han entrado los grupos occidentales y japoneses no tiene vuelta atrás en China.
La falta de visión e imaginación de los directivos de las marcas tradicionales ha condenado a sus grupos a perder de una forma extremadamente rápida posiciones en el primer mercado mundial del automóvil, y una vez perdida la posición, y con unos fabricantes locales invirtiendo a toda velocidad, será extremadamente complicado recuperar terreno.
Es más, esta situación no hace más que dar «combustible» a los chinos de cara a su expansión internacional, con una sobreproducción de coches y baterías que les empujará al exterior y a conquistar también los grandes bastiones de europeos y japoneses.