La decadencia de la industria europea. Marcas chinas quieren ocupar las fábricas cerradas de Volkswagen
A río revuelto, ganancia de pescadores: aprovechando la crisis que atraviesa actualmente Volkswagen, varios fabricantes chinos estarían planteándose adquirir algunas de sus plantas en Alemania; más concretamente las de Dresde y Osnabrück.
Volkswagen se está enfrentando a una de las mayores crisis de su historia. El gigante alemán ha visto como en 2024 sus ventas se reducían en sus dos principales mercados, China y Europa; además, su transición al coche eléctrico está resultando mucho más complicada de lo previsto, algo que está afectando de lleno a su situación financiera.
Con el objetivo de sanear las cuentas, la compañía se está preparando para llevar a cabo una serie de ajustes en su Alemania natal. Su plan de ahorro masivo contempla recortes salariales y un sistema de bonificaciones revisado, pero también la posibilidad de cerrar (o destinar a otras labores) algunas de sus factorías germanas.
En el punto de mira se encuentran dos centros de gran relevancia histórica para el fabricante: Dresde y Osnabrück. El primero, conocido como Gläserne Manufaktur (Fábrica de Cristal), se construyó con la llegada del nuevo siglo como muestra del poderío del grupo, pues se encargó de fabricar durante década y media el buque insignia Phaeton. El segundo perteneció durante muchos años a Karmann, pero tras la quiebra del carrocero en 2009 pasó a manos de Volkswagen.
«La industria automotriz ha cambiado enormemente en el segmento de volumen en tan solo unos años. Implementaremos las medidas adecuadas para ser más rentables. Estamos llevando a Volkswagen de regreso al lugar que la marca merece, esa es nuestra responsabilidad», declaraba el año pasado Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen.
Los grupos chinos muestran interés por la antigua fábrica de Karmann
De acuerdo con un informe publicado por Reuters, las autoridades chinas y algunos fabricantes del país asiático habrían mostrado interés en estas fábricas. Aparentemente, Osnabrück sería la ubicación más atractiva para el gobierno chino; por otro lado, algunas fuentes señalan que Volkswagen estaría abierta a la idea de venderla.
Hacerse con una fábrica ya operativa permitiría a los fabricantes chinos agilizar su expansión por Europa. No son pocas las marcas que en los últimos meses han anunciado su intención de abrir centros productivos en el viejo continente; de hecho, algunas como BYD o Chery comenzarán a ensamblar vehículos en Hungría y España respectivamente este mismo año.
Los recientes aranceles de la Unión Europea contra los coches eléctricos de origen chino parecen estar acelerando estos planes; de hecho, ayer mismo nos hicimos eco de que Leapmotor estaría planteándose montar el SUV compacto B10 en la planta del grupo Stellantis en Figueruelas (Zaragoza), donde actualmente se hacen los Lancia Ypsilon, Opel Corsa y Peugeot 208.
Fuente | Reuters
