
Alemania acumula más de 100.000 coches eléctricos automatriculados: la bomba que está a punto de estallar
Las automatriculaciones de coches eléctricos se han disparado en Alemania, lo que distorsiona la realidad del mercado. El exceso de stock presiona los precios y el valor de reventa, lo que puede convertirse en una bomba para el mercado que está a punto de estallar.

A simple vista, podría parecer que el mercado de coches eléctricos en Alemania mantiene el tipo. Las cifras de ventas siguen creciendo y las calles se llenan poco a poco de eléctricos. Pero si rascamos un poco bajo la superficie, el panorama es mucho menos alentador de lo que se quiere mostrar.
Según los últimos datos de la autoridad federal de transporte, en los primeros diez meses del año más de uno de cada cuatro nuevos coches eléctricos matriculados no acabó en manos de un cliente, sino que fue una automatriculación realizada por los propios fabricantes o concesionarios.
En total, se registraron 102.520 unidades bajo esta fórmula, cuando hace apenas dos años eran 1 de cada 6. Un crecimiento explosivo que está empezando a encender todas las alarmas.
La automatriculación no es nueva, pero sí preocupante cuando se dispara de esta forma, porque actúa como un termómetro: cuanto más sube, más claro queda que la demanda real no está acompañando la oferta. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo. Los fabricantes inflan sus cifras de matriculaciones para maquillar resultados y cumplir los límites de emisiones, pero esos coches siguen ahí, sin dueño y con el tiempo jugando en su contra.
Coches eléctricos: la bomba del stock

La situación se agrava si miramos cómo ha evolucionado la parte que corresponde a los propios fabricantes. En solo dos años han multiplicado por 2,5 sus automatriculaciones, un movimiento que intenta salvar los objetivos comerciales en un contexto de enfriamiento evidente del interés por los coches eléctricos, tanto en clientes particulares como en flotas.
Pero claro, esos vehículos tienen que acabar saliendo al mercado antes o después. Y lo hacen como unidades de kilómetro cero o con muy poco uso, lo que supone un impacto directo en el mercado de ocasión y, sobre todo, en los precios. El resultado es un mercado inundado de modelos a estrenar, o casi, con descuentos cada vez más agresivos para poder mover el stock.
Esto está provocando una caída fuerte en el valor residual de estos vehículos. Según los datos de la consultora DAT, el valor medio de un coche eléctrico tras tres años apenas alcanza el 48,8% de su precio de lista original, cuando hace dos años rondaba el 58%. Por comparación, los coches con motor de combustión mantienen mucho mejor su valor a lo largo del tiempo.
Más leasing, pero con más letra pequeña

Este desplome del valor afecta especialmente a quienes optan por financiar su coche mediante leasing. Al tener un valor residual más bajo, las cuotas mensuales suben, haciendo que lo que a priori parecía una buena oferta, termine por no ser tan atractiva. Y aunque los fabricantes han empezado a ofrecer más descuentos en sus modelos nuevos, las rebajas no son suficientes para compensar la pérdida de valor a medio plazo.
Según el analista del sector Ferdinand Dudenhöffer, desde hace meses se observa una tendencia clara: más descuentos, más promociones, más ofertas “especiales”… pero todo eso no logra activar realmente la demanda. La sensación es que los fabricantes están tirando de todos los resortes posibles para mantener el ritmo de entregas, aunque el interés del público no acompañe.
Thomas Peckruhn, presidente de la asociación de concesionarios ZDK, ha sido claro: las automatriculaciones son una señal de alerta, y lo que indican es que el mercado se sostiene artificialmente. El problema no está solo en el precio de compra, que también es un freno. Para muchos usuarios, lo que echa para atrás son los altos precios de la electricidad y la falta de puntos de carga, especialmente en entornos urbanos y residenciales.
Una situación complicada que puede tener muchas consecuencias, entre ellas el recrudecimiento de las ofertas de final de año, lo que puede suponer una buena noticia para los que quieran comprar un coche eléctrico, y que pueden encontrarse con auténticos chollos si rastrea bien el mercado.



