
Así es el Hipster, el coche eléctrico más barato de Dacia
El Dacia Hipster es un cuadriciclo eléctrico que apuesta por lo esencial para lograr ofrecer un precio lo más contenido posible. David Durand, jefe de diseño de la marca desde 2022, ha desvela los secretos de esta propuesta que quiere romper el mercado.

Después de un irregular Spring, Dacia vuelve a la carga con una propuesta tan inusual como coherente con su ADN: el Hipster, un cuadriciclo eléctrico pensado para moverse por ciudad sin renunciar a lo básico. David Durand, jefe de diseño de Dacia, ha sido el encargado de desvelar los secretos que hay detrás de este prototipo que llegará a las calles en 2027.
La idea de fondo es clara: los precios de los coches no paran de subir y Dacia quiere ofrecer una alternativa real para quien necesita moverse sin dejarse un riñón en el intento. El Hipster se plantea como un punto intermedio entre un coche sin carnet y un utilitario compacto, con espacio para cuatro ocupantes, medidas contenidas y un precio que rondará los 15.000 euros. Pero llegar ahí no ha sido cosa fácil.
Dacia Hipster: recuperar el sentido original del coche asequible

En una entrevista con la revista francesa L´argus, Durant indica que “La idea con el Hipster es volver al origen, al coche realmente popular. Pero eso no significa hacer algo “low-cost” sin más. El enfoque ha sido dar con soluciones inteligentes que recorten gastos sin renunciar a un diseño moderno, funcional y sobre todo, coherente con lo que pide el cliente."
Y eso es algo que, pese a su evolución hacia modelos más ambiciosos como el Bigster o el familiar C-Néo que llegará en 2026, Dacia no ha perdido de vista. El Hipster hereda el estilo aventurero que la marca ha convertido en seña de identidad, pero lo aplica a un formato mucho más urbano y racional.
Uno de los puntos clave para mantener los costes bajo control ha sido el tamaño. El Hipster mide solo 3 metros de largo, lo que permite reducir el uso de materiales, disminuir el peso y abaratar el coste de producción. Todo suma. Además, su forma cúbica, con las ruedas en los extremos y sin apenas voladizos, maximiza el espacio interior. Las superficies acristaladas verticales también ayudan a crear una sensación de amplitud sin complicaciones.

Durand lo resume así: “Hemos quitado todo lo que no es imprescindible, pero sin olvidar lo que realmente importa para el usuario”. Y eso se nota en detalles como el salpicadero, que es minimalista pero incorpora un hueco útil para objetos. No hay pantalla central ni cuadro digital; en su lugar, una aplicación gratuita en el móvil hace de interfaz con el vehículo. Las ventanillas, por supuesto, son de apertura manual y corredera.
Este enfoque radical en lo esencial es lo que ha permitido que el precio estimado de la versión de serie se sitúe cerca de los 15.000 euros. En un mercado donde hasta los modelos más básicos se acercan o superan los 20.000 euros, es un soplo de aire fresco que puede encontrar su hueco, especialmente entre jóvenes, usuarios urbanos o como segundo coche.
Con el Hipster, Dacia lanza un mensaje claro: aún es posible hacer coches eléctricos que no se disparen de precio, siempre que se sepa renunciar a lo superfluo y centrarse en lo que realmente se necesita. Y eso, en los tiempos que corren, no es poca cosa.






