
Así quieren revolucionan Audi, BMW y Mercedes la producción con inteligencia artificial
Audi, BMW y Mercedes están implantando inteligencia artificial en sus fábricas para optimizar la producción y mejorar el control de calidad. Desde inspecciones personalizadas hasta robots humanoides, las marcas alemanas apuestan por una fabricación más eficiente. Una evolución que ya está cambiando la industria.

La industria del automóvil está viviendo una nueva fase de modernización y, esta vez, el protagonismo no recae en las baterías ni en los nuevos lanzamientos, sino en la inteligencia artificial aplicada a la fabricación. Audi, BMW y Mercedes-Benz están acelerando su adopción de estas tecnologías para ganar eficiencia, mejorar el control de calidad y digitalizar procesos que antes dependían casi por completo de la mano humana.
En el caso de Audi, ya se están desarrollando más de 100 proyectos de IA en producción y logística, con especial atención al control de calidad y el uso de modelos generativos. Un ejemplo es Tender Toucan, que agiliza el análisis de ofertas de proveedores y recorta los tiempos de procesamiento hasta un 30%.
Herramientas como IRIS o Weld Splatter Detection ya funcionan en las plantas alemanas de Ingolstadt y Neckarsulm. IRIS comprueba la precisión de las etiquetas y ahorra alrededor de un minuto de producción por coche, mientras que Weld Splatter Detection detecta defectos de soldadura en los bajos. También se utilizan sistemas de visión industrial que identifican grietas en las piezas prensadas o anomalías en el flujo de producción, ayudando a mantener la estabilidad de los procesos.
Audi cuenta con un equipo de unas 50 personas especializadas en IA y datos, que trabajan junto a departamentos de TI, startups y grandes tecnológicas. Además, invierte en el futuro de la IA mediante su colaboración con el Innovation Park Artificial Intelligence, que aspira a convertirse en la mayor red europea de este tipo y que está construyendo un campus de casi 30 hectáreas cerca de Heilbronn.
Robots y control de calidad a medida: el siguiente paso

BMW ha iniciado en su planta de Regensburg un proyecto piloto llamado GenAI4Q. Allí se fabrican alrededor de 1.400 coches diarios, cada uno con un alto nivel de personalización. El sistema, desarrollado junto a la startup muniquesa Datagon AI, analiza datos de producción en tiempo real para elaborar un catálogo de inspección específico para cada unidad. Esta información se envía a una aplicación móvil que permite a los inspectores priorizar su trabajo de forma más eficiente.
Mercedes, por su parte, está probando robots humanoides en su fábrica de Berlín. El modelo Apollo, desarrollado por la estadounidense Apptronik, ya ha demostrado tareas simples como ensamblar piezas, entregar componentes a operarios en la línea de montaje o levantar cargas pesadas. Según la marca, estos robots podrían trabajar junto a personas en un plazo de cinco años.
El experto Pedro Pacheco, de la consultora Gartner, considera que la IA física en forma de robots humanoides será el próximo campo de batalla en la fabricación, aunque advierte que los fabricantes evitan hablar abiertamente de su potencial por las tensiones laborales que podría generar. “Incluso si un fabricante supiera que la tecnología puede reemplazar a toda la plantilla de una línea de montaje, nunca lo diría públicamente”, señala.

Aun así, Pacheco subraya que la llegada de la IA a la industria del automóvil no es una revolución repentina, sino la evolución de un proceso digitalizador iniciado hace años. El siguiente paso, apunta, será optimizar procesos y programar mantenimientos con mayor precisión, como ya hace Renault para determinar cuándo detener una máquina antes de que afecte a la calidad.
Por ahora, muchas tareas de montaje final, como la instalación de cableado o elementos del interior, siguen siendo demasiado complejas para la automatización total. Y aunque el camino hacia fábricas completamente autónomas es incierto, lo que sí está claro es que la IA ya se ha convertido en una herramienta imprescindible para hacer más eficiente la producción de coches eléctricos y convencional.