
El fin del carbón ya tiene fecha: 2026 marcará el sorpasso de las renovables
La AIE confirma que las energías renovables serán la principal fuente de electricidad mundial antes de 2026. La solar y la eólica cubrirán más del 90% del aumento de demanda. El carbón caerá a su nivel más bajo en un siglo.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha lanzado su informe de mitad de año con un mensaje rotundo: las energías renovables superarán al carbón como primera fuente de electricidad en el mundo “a más tardar en 2026”. Un hito que marcará un antes y un después en el sistema energético global, y que ya está siendo impulsado por el crecimiento explosivo de la solar y la eólica.
Según las previsiones de la AIE, la generación eléctrica mundial a partir de renovables pasará de superar los 4.000 TWh en 2024 a rebasar los 6.000 TWh en 2026. Solo la solar y la eólica cubrirán más del 90% del aumento de la demanda eléctrica mundial en ese periodo, un dato que evidencia hasta qué punto están transformando el panorama energético.
Este cambio estructural se está produciendo incluso frente a crecientes ataques desde sectores políticos populistas, como los del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, o el partido Reform en Reino Unido, que han intentado frenar su avance. A pesar de estas resistencias, la transición energética sigue avanzando con paso firme, apoyada también por un crecimiento moderado de la hidráulica y por la incorporación de nuevas centrales nucleares.
Un vuelco histórico en la generación de electricidad en el mundo

El informe refleja una transformación sin precedentes en el mix eléctrico mundial. La participación de las energías renovables alcanzará el 36% del suministro eléctrico global en 2026, frente al 32% del carbón, que marcará su cuota más baja en un siglo. En comparación, en 2024 la solar y la eólica ya representaban el 15% de la producción eléctrica mundial, y se espera que esta cuota suba al 17% en 2025 y al 20% en 2026.
Este cambio está motivado por dos factores principales: el desplome de la generación eléctrica con carbón en China y la Unión Europea, y el aumento en otras regiones como Estados Unidos, India o el sudeste asiático, aunque en menor medida. La AIE atribuye este declive principalmente al crecimiento sostenido de las renovables y al aumento del uso de gas como alternativa.
En este sentido, se espera que la generación eléctrica con gas aumente un 1,3% tanto en 2025 como en 2026, como parte de una estrategia de transición. En paralelo, la energía nuclear también alcanzará niveles récord, impulsada por el reinicio de centrales en Japón, un rendimiento “robusto” en Francia y Estados Unidos, y la entrada en funcionamiento de nuevos reactores en China, India y Corea del Sur.
A pesar del crecimiento acelerado de la demanda eléctrica global —previsto en un 3,3% para 2025 y un 3,7% para 2026, frente al 2,6% medio de 2015 a 2023—, la AIE insiste en que las renovables no solo sostendrán este crecimiento, sino que liderarán el abastecimiento. Esta demanda adicional procede del aumento de la electrificación en sectores como la calefacción, el transporte, el aire acondicionado, los electrodomésticos y, cada vez más, los centros de datos.
Las renovables crecen en España

En lo que va de 2025, las energías renovables han logrado consolidarse en España como la principal fuente de generación eléctrica, con una participación del 56% del mix. En junio, las renovables aportaron el 54,1 % de la electricidad, destacando la fotovoltaica con 5.997 GWh generados, un 25% más respecto al año anterior, y días con más del 30% del consumo diario cubierto solo por el sol. En conjunto, las tecnologías sin emisiones directas, incluyendo la nuclear, representaron el 71,9 % del total. Algo que supone que acciones como cargar un coche eléctrico, sea más limpio que nunca en nuestro país.
La potencia instalada a finales de 2024 en España indicaba que las renovables copaban el 66% del total (un parque de 129 GW), con la energía solar en un 25,1% y la eólica en un 24,9%. Para 2025 se proyecta que la producción renovable supere los 149 TWh, manteniendo más del 55 % del mix.
Así, la era del carbón está llegando a su fin, también fuera de Europa. El dominio de la energía solar y eólica ya no es una posibilidad futura, sino una realidad inminente. Todo indica que el sistema energético mundial, incluso con sus inercias y resistencias políticas, está girando con fuerza hacia un modelo renovable, y el umbral de 2026 no será un punto de llegada, sino el punto de inflexión de la tecnología a nivel global.
Fuente | AIE