
El nuevo FIAT 500 híbrido tiene unas emisiones sorprendentemente altas. ¿Ha sido un error no dejar al eléctrico como única opción?
FIAT ha comunicado los primeros detalles del nuevo 500 Hybrid, que ha sorprendido con unas emisiones de dióxido de carbono relativamente altas para un coche de su tamaño. ¿Debería haberse centrado la marca en renovar la variante eléctrica?

La actual generación del FIAT 500 debutó en el año 2020. Concebido originalmente como un modelo 100% eléctrico, convivió durante un tiempo con el anterior 500 térmico, que se mantuvo a la venta hasta 2024, cuando fue discontinuado tras una larguísima carrera comercial de 17 años a raíz de la entrada en vigor de la normativa europea GSR2.
A pesar de que en sus planes iniciales FIAT no contemplaba el lanzamiento de un nuevo 500 con motor de combustión interna, la caída en ventas experimentada por la versión eléctrica en los últimos tiempos (motivada en gran medida por su elevado precio en comparación con otras propuestas más grandes y prestacionales) le llevó a tomar la drástica decisión de desarrollar una nueva variante híbrida.
El renovado FIAT 500 Hybrid equipa el archiconocido 1.0 FireFly de tres cilindros que ya montaba su predecesor, el cual se asocia a una caja de cambios manual de seis relaciones. No se trata de un híbrido convencional (HEV), sino de un mild-hybrid (MHEV) con un sistema de 12 voltios. Su producción se llevará a cabo en Mirafiori (Turín), donde ya se hace su hermano cero emisiones.
La firma transalpina acaba de dar a conocer los primeros detalles técnicos del nuevo modelo, que han sorprendido negativamente a más de uno. Para empezar, el propulsor rinde 65 CV (en el Panda llega a los 70 CV); además, sus emisiones de dióxido de carbono son inusualmente altas para un urbano: 120 g/km. Por comparar, el nuevo Renault Clio E-Tech Full Hybrid anuncia 89 g/km.

FIAT prepara una importante actualización para el 500 eléctrico
Puesto que el 500 ha sido históricamente un modelo de gran éxito comercial, es posible que la nueva versión eleve la media de emisiones del grupo Stellantis en un momento crítico, ya que los objetivos de reducción promovidos por la Unión Europea son cada vez más estrictos. En paralelo, FIAT se encuentra trabajando en una importante actualización para el 500 eléctrico, el cual recibirá (probablemente el año que viene o el siguiente) una nueva batería más económica que debería permitirle rebajar sustancialmente su precio de partida.
Todo apunta a que FIAT apostará por la cada vez más popular química LFP (litio-ferrofosfato), mucho más asequible que la NCM (níquel, cobalto, manganeso) empleada hasta ahora. Los rumores señalan que podría rondar los 20.000 euros antes de ayudas, entrando en competencia directa con los futuros Renault Twingo y Volkswagen ID. Lupo, que también militarán en el segmento A. ¿Será suficiente para compensar las emisiones de la variante híbrida?


