
Primeras pruebas en Europa del Firefly EV: un coche eléctrico premium por menos dinero
Un nuevo eléctrico urbano llega desde Noruega con argumentos de coche grande: destaca por su maletero gigante, gran confort de marcha y una calidad que sorprende en este segmento. Así es el Firefly EV, un modelo del Grupo NIO, que se enfrenta a sus primeras pruebas en Europa.

Los medios noruegos han sido los primeros en probar uno de los eléctricos más prometedores del momento. El Firefly EV. Se trata de un pequeño coche urbano que, por planteamiento, ambición y diseño, apunta a convertirse en el referente de su categoría. Y aunque es de una marca sobradamente conocida en el sector, NIO, su nombre es distinto: esta vez no figura el logotipo habitual en el frontal.
Este modelo irrumpe con fuerza en el segmento de acceso, y lo hace con unas credenciales que normalmente se asocian a vehículos de mayor categoría: espacio interior digno de una berlina, confort sobresaliente y una practicidad que deja en evidencia a muchos SUV.
Con 404 litros de maletero, más 92 adicionales en un enorme maletero delantero, este eléctrico se acerca a cifras que solo encontramos en modelos del segmento D. ¿La clave? Una carrocería optimizada para aprovechar cada centímetro, una plataforma pensada desde cero para ser eléctrica y una propuesta sin concesiones en términos de habitabilidad.
Firefly EV: referencia en confort y espacio

El coche ha recibido 10/10 en confort y practicidad por parte de los medios escandinavos. La calidad de rodadura está muy por encima de lo habitual en esta categoría, y su suspensión se compara favorablemente incluso con vehículos premium. En marcha, transmite una sensación de solidez inusual para un urbano.
En el interior, el diseño es funcional pero espacioso. La consola central abierta, los materiales bien rematados y el equipamiento disponible (asientos con masaje y ventilación, portón eléctrico, buena tecnología de iluminación) elevan la experiencia más allá de lo que indica su tamaño.
Eso sí, no todo es perfecto. La batería, de solo 41,2 kWh netos, limita la autonomía a unos 320 km WLTP. Una cifra correcta para ciudad y pequeños recorridos interurbanos, pero escasa si se quiere sacar partido al confort que ofrece en viajes largos.
Comparativa con sus rivales: un paso por delante en varios frentes

Enfrentado a sus principales rivales, este modelo demuestra su propuesta diferencial:
- Citroën ë-C3: más barato pero menos más espacioso, menos equipado y con un interior menos maduro. Mientras el francés apuesta por el precio, este eléctrico justifica la diferencia con calidad y habitabilidad.
- Renault 5: el diseño del Renault es más retro y emocional, pero pierde claramente en maleteros. Además, la postura de conducción y la amplitud trasera son superiores en el nuevo modelo.
- Hyundai Inster: el coreano tiene más autonomía en ciertas versiones y mejores garantías, pero su enfoque sigue siendo más tradicional.

En cuanto a los precios, en Noruega, la versión más económica arranca en los 24.350 euros al cambio, mientras que la más equipada llega a los 29.200 euros. Esto le coloca muy por encima del Citroen e-C3, que inicia sus tarifas en los 20.000 euros, y también del Renault 5, un rival más premium, que en Noruega tiene un precio desde 21.730 euros para la versión de 40 kWh, y de 26.085 euros para la de 52 kWh.
El Firefly no es el más barato, ni el más rápido, ni el que más autonomía tiene. Pero sí es, según las primeras pruebas, el más completo si se priorizan el uso diario, la calidad percibida y el espacio en su enorme maletero que es una de sus principales bazas.