
El Renault Megane se actualizará en unos meses y será más barato que el modelo actual
El Renault Mégane eléctrico se renovará a principios del año que viene. Gracias a la adopción de unas baterías LFP, será más barato que su predecesor; por otro lado, también recibirá una versión de gran autonomía.

Poco a poco, se van conociendo nuevos detalles del inminente restyling del Renault Mégane, que llegará a principios del año que viene. De acuerdo con la información manejada por el medio francés L'Argus, la mayor evolución vendrá dada por sus baterías. Para empezar, el actual pack de 60 kWh será sustituido por otro de capacidad ligeramente superior con química LFP (litio-ferrofosfato).
Esto permitirá incrementar su autonomía hasta los 500 km WLTP, así como rebajar su precio de partida. Para compensar la menor densidad energética frente a la química NCM (níquel, cobalto, manganeso), Renault utilizará unas celdas de tipo bolsa empaquetadas siguiendo el método CTP (Cell-to-Pack), que permite mejorar el aprovechamiento del espacio. El proveedor seguirá siendo LG Energy Solution, aliado de la firma del rombo desde los tiempos del primer ZOE.
Como ya recogía mi compañero Carlos hace unos días, la otra gran novedad será la adopción de la batería de 87 kWh vista en el Scénic, que permitirá al hatchback acercarse a los 700 km WLTP. De confirmarse este cambio, el Mégane pasaría a ser el compacto eléctrico con más autonomía del panorama, al menos hasta la llegada de los renovados CUPRA Born y Volkswagen ID.3, que también están previstos para 2026.
Por otro lado, Renault también planea llevar a cabo mejoras en el sistema de carga. Aunque seguirá sin contar con una arquitectura de 800 voltios, que se hará esperar hasta la próxima generación del modelo, sí que disfrutará de unos tiempos de recarga más ajustados. Esto supondrá solucionar uno de los principales puntos débiles del Mégane frente a la competencia.

El nuevo Renault Mégane tendrá un diseño más deportivo
En el plano estético, podemos esperar un diseño más agresivo y deportivo que lo acercará visualmente a los antiguos Mégane RS. Las modificaciones se centrarán en el frente y la zaga, con nuevos grupos ópticos, paragolpes, etc. La línea lateral en cambio no variará lo más mínimo más allá de la adopción de nuevas llantas. En cuanto al habitáculo, tampoco deberíamos esperar grandes cambios.
Actualmente, el Mégane se encuentra en una posición comprometida dentro de la gama, ya que se solapa por tamaño con el R4 y por precio con el Scénic. El facelift tendrá la tarea de devolverle el lugar que le corresponde en la alineación, situándolo como una opción atractiva para aquellos que busquen unas prestaciones superiores a las del R4 en un envoltorio más pequeño que el del Scénic.
Fuente | L'Argus