Si compraste esta bici eléctrica en Amazon, deberías dejar de usarla ya
Las bicicletas eléctricas baratas son una oportunidad para dar el salto a la movilidad eléctrica sin demasiado esfuerzo. Pero estas también tienen el reto de cumplir con las normas de seguridad, que muchas veces no alcanzan.
Una marca china de bicis eléctricas baratas ha protagonizado una de las llamadas a retirar sus productos más grandes de los últimos años. En este caso, la protagonista es la marca VIVI, muy popular en tiendas online como Amazon, y cuyos productos han sido retirados del mercado por la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC).
El aviso afecta a unas 24.000 bicicletas eléctricas vendidas entre diciembre de 2020 y noviembre de 2023. Todas ellas montaban baterías de de litio no certificadas según el estándar de seguridad UL, ampliamente utilizado en EE. UU. Según la CPSC, estas baterías pueden sobrecalentarse e incendiarse.
Hasta la fecha, VIVI ha recibido 14 informes de sobrecalentamientos y al menos tres incendios confirmados. Afortunadamente, no se ha informado de daños personales. Aun así, las autoridades han pedido cesar inmediatamente el uso de las bicicletas afectadas.
Estas bicis se ofrecían en múltiples plataformas como Amazon, Walmart, eBay, Aliexpress o Wish, con precios que oscilaban entre los 500 y los 700 euros, mientras que en Estados Unidos tienen ofertas desde 300 dólares. Su bajo coste las posicionaba entre las más accesibles del mercado, pero también, como se ha comprobado, con importantes carencias en materia de seguridad.
La empresa ha habilitado un proceso para reemplazar gratuitamente las baterías defectuosas y sus cargadores. Eso sí, los usuarios deberán demostrar que han llevado la batería antigua a un punto limpio o centro autorizado, enviando una confirmación por correo a [email protected].
Seguridad y certificación: una asignatura pendiente en el low-cost
Este nuevo episodio no es un caso aislado. Los incendios provocados por baterías defectuosas en bicicletas eléctricas baratas se han convertido en un patrón recurrente. La falta de certificación, el uso de celdas de baja calidad y el ensamblado sin controles rigurosos están detrás de la mayoría de incidentes.
Si bien es cierto que las cifras pueden parecer pequeñas (14 fallos entre 24.000 unidades), el riesgo potencial es elevado, especialmente cuando se almacenan o cargan estas bicicletas en garajes, viviendas o comunidades.
Las certificaciones UL, aunque no obligatorias, ofrecen una garantía básica de seguridad. Marcas reconocidas del sector ya han comenzado a integrarlas como estándar mínimo, junto al uso de celdas de fabricantes reputados como Samsung, LG o Panasonic.
Desde el sector se insiste en que el precio no debería ser el único factor a la hora de elegir una bici eléctrica. Una bicicleta mal diseñada puede no solo fallar en el aspecto mecánico, sino ser un riesgo potencial de incendio en unos vehículos que habitualmente guardamos muy cerca o en entornos cerrados. Pero también habría que exigir una normativa más exigente en materia de seguridad, para evitar estos y otros problemas que han provocado que en España, no sea posible llevar un patinete eléctrico en algunos medios de transporte público.
Fuente | Cpsc.gov
