
Tesla anuncia un salto en la conducción autónoma en pleno huracán judicial
En plena crisis judicial, Tesla anuncia una nueva versión de su sistema de conducción autónoma, que sería diez veces más potente. La noticia coincide con una condena millonaria por un accidente mortal y nuevas demandas de accionistas. Aun así, las acciones de la compañía suben en bolsa.

En uno de los momentos más críticos para la compañía, Elon Musk ha revelado que Tesla trabaja en un nuevo modelo de conducción autónoma “diez veces más potente” que el actual Full Self-Driving. Una declaración sorprendente, tanto por su contenido como por su timing, justo cuando la empresa enfrenta nuevos reveses legales relacionados con su Autopilot.
Según Musk, este nuevo sistema FSD contará con alrededor de diez veces más parámetros y una mejor compresión de vídeo, lo que se traducirá en una capacidad de procesamiento mucho mayor. Si se cumplen los plazos previstos, el sistema podría llegar al público a finales del próximo mes. No ha dicho que de año claro...calendario Eloniano.
Una maniobra arriesgada en plena tormenta legal
La noticia llega en un contexto especialmente tenso para Tesla. Hace apenas unos días, un jurado federal en Estados Unidos dictaminó que la compañía era parcialmente responsable de un accidente mortal ocurrido en 2019 en Florida, condenándola a pagar más de 300 millones de dólares en concepto de daños. El fallo concluyó que el Autopilot no solo falló a la hora de evitar la colisión, sino que la comunicación de Tesla pudo haber inducido a error a los conductores sobre el verdadero nivel de autonomía del sistema, que legalmente sigue siendo un simple asistente.
Pero este no es el único frente abierto. Este mismo lunes, un grupo de accionistas presentó una demanda contra Musk y Tesla, acusándoles de haber exagerado las capacidades de sus sistemas de conducción autónoma y de haber ocultado riesgos relevantes. En su escrito, aseguran que existe un “riesgo significativo” de que los vehículos infrinjan las normas de tráfico, lo que podría exponer a la empresa a una mayor vigilancia por parte de los reguladores.
A pesar de esta situación, la estrategia mediática de Musk parece seguir funcionando. Poco después del anuncio, las acciones de Tesla subieron un 2% en Wall Street, demostrando una vez más que cualquier movimiento del magnate puede tener un impacto directo en los mercados, incluso en medio de una crisis reputacional.
Mientras tanto, la empresa continúa probando sus robotaxis en Austin, Texas, una iniciativa que ya ha generado polémica. Los ensayos han estado marcados por varios incidentes, incluyendo vehículos circulando en sentido contrario y detenciones repentinas en pasos de peatones, lo que ha llamado la atención de los reguladores estadounidenses.
Con todo esto sobre la mesa, la gran incógnita sigue siendo si este nuevo sistema de conducción autónoma será la prueba definitiva del avance tecnológico de Tesla… o otra promesa que no resiste el choque con las limitaciones técnicas y legales del momento.