
Tesla vence a los sindicatos y no firmará convenio colectivo en Suecia
Tras 600 días de huelga, el sindicato IF Metall suaviza su postura frente a Tesla en Suecia. La compañía ha logrado mantener sus operaciones sin firmar un convenio colectivo. Ahora ambas partes buscan soluciones alternativas sin ceder completamente en una clara victoria del fabricante americano que ha pasado este proceso sin apenas efectos en sus ventas locales.

Tesla parece haber ganado uno de los pulsos laborales más largos y mediáticos de Europa. Tras más de 600 días de huelga, bloqueos logísticos y apoyos sindicales dentro y fuera de Suecia, el sindicato IF Metall ha suavizado por primera vez su postura frente al fabricante americano. Aunque aún no se ha cerrado el conflicto, ambas partes están explorando vías de resolución sin necesidad de firmar un convenio colectivo.
Una estrategia de desgaste que ha dado frutos para Tesla
Desde que comenzara la huelga a finales de 2023, el enfrentamiento entre Tesla y IF Metall ha sido intenso. El sindicato llevó a cabo tácticas de presión poco convencionales, como bloquear la entrega de matrículas a los vehículos nuevos de la marca mediante una paralización del correo, lo que obligó a Tesla a importar sus coches por ferry desde Alemania para esquivar las restricciones. También se frenó la atención en los servicios técnicos, la expansión de la red de Supercargadores y su mantenimiento.
Durante este tiempo, la filial sueca de la compañía ha mantenido que no cedería a las exigencias del sindicato, al tiempo que implementaba estrategias para seguir operando con normalidad pese al boicot sindical. Un ejemplo de ello fue adaptar su cadena logística y de matriculación para evitar los cuellos de botella provocados por los paros.

Aunque el conflicto ha tenido una visibilidad internacional importante, la realidad es que el número de trabajadores en huelga ha sido limitado: apenas 60 empleados participaron activamente, según recogió el medio sueco CarUp. Este dato refuerza la tesis de Tesla, que ha defendido desde el principio que las condiciones laborales que ofrece en Suecia superan los estándares sindicales del país. De hecho, muchas de las plantillas afectadas no se sumaron a la protesta.
Marie Nilsson, presidenta de IF Metall, ha reconocido en declaraciones a la emisora pública Sveriges Radio que el sindicato está ahora abierto a explorar alternativas, aunque sigue considerando preferible firmar un convenio colectivo. Entre las posibles vías que se barajan está introducir en los contratos laborales las condiciones que suelen figurar en los convenios sectoriales, o bien trasladar las operaciones suecas de Tesla a una empresa ya acogida a un convenio.

Nilsson lo resume así: “Hay diferentes maneras de hacerlo. Lo más sencillo sería firmar un convenio colectivo, pero cuando eso no es posible, debemos encontrar otras soluciones. Estamos dispuestos a hablar”.
Según la propia Nilsson, a lo largo del conflicto ha habido diálogo y comparaciones entre condiciones laborales, y Tesla ha introducido ciertos ajustes sin hacerlos público . Esto incluye temas como los salarios y las condiciones laborales, puntos centrales del pulso sindical.
A la vista de la situación actual, todo apunta a que Tesla ha logrado consolidar su presencia en Suecia sin aceptar las exigencias tradicionales del sindicalismo escandinavo, un precedente relevante para su expansión futura en países europeos con fuerte cultura de negociación colectiva.
Fuente | Sverigesradio