Otro ejemplo de que hay que tener cuidado con el par motor de los eléctricos. El carrito de golf volador
Si ayer veíamos como el propietario de un Tesla Model S estrellaba su estrena unidad incluso antes de salir del concesionario, hoy le toca el turno a Terry Hatfield. Un norteamericano que como otros muchos compatriotas, ha decidido participar en las carreras de aceleración.
Como otros, ha decidido hacerlo con un vehículo eléctrico, en este caso un carrito de golf tuneado. Una modificación que en la última actualización, ha recibido un pack de baterías de LiPo, lo que le ha permitido disfrutar de una aceleración más allá de lo esperado.
Como podemos ver, incluso desde una cámara instalada en su casco, el carrito de golf sale literalmente disparado en la aceleración. Una aceleración mucho más poderosa de lo que el propio coche es capaz de soportar, que vuelve a poner sobre la mesa el cuidado que hay que tener con el acelerador de un coche eléctrico.
Por suerte, el incidente se ha saldado sin daños personales, ni para el piloto ni para los aficionados.
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