La estación de cambio de baterías de Tesla ya está en marcha
No ha elegido bien Tesla la semana para poner en marcha la estación de cambio de baterías para el Model S.
Lo decimos por que coincide con la semana en la que Elon Musk ha confirmado que publicarán una actualización que permitirá a los propietarios del Model S decir adiós a la sensación de quedarse sin carga, la famosa Range Anxiety.
Mediante su cuenta de Twitter, el propio Musk ha confirmado que ya está en funcionamiento la primera estación de cambio de baterías de Tesla. Una pequeña instalación situada en la localidad californiana de Coalinga, que hace unos días hemos podido ver gracias a las fotos de un aficionado.
Se trata de una instalación experimental, que casi con total seguridad será la primera y última. Una estación pensada para poder acceder a los créditos de emisiones de California, y nada más que para eso.
Pero los residentes en la zona, y que hayan sido seleccionados por Tesla, podrán utilizar esta estación. Una instalación que en apenas tres minutos les permite cambiar su batería por una totalmente cargada en apenas tres minutos, eso si, con un precio similar al repostaje de un coche gasolina, entre 60 y 100 dólares, un precio que incluye la entrega y la devolución de nuestra batería de nuevo cargada.
De momento sólo los usuarios de la versión de 85 kWh podrán usar esta estación. Además cuando regresen, recibirán exactamente la misma batería que han dejado. En cuanto al horario, en una primera fase sólo estará activa de 9 de la mañana a 5 de la tarde, aunque se espera que llegue en breve a funcionar la 24 horas del día.
Lo que todavía no se sabe es cual será el plazo máximo que tendremos para devolver la batería y regresar a por la nuestra, se estima dos semanas como máximo. No es un dato gratuito, ya que cada pack ocupa un importante espacio, y al menos esta instalación no parece demasiado grande.
Pero por lo menos aunque tarde, mal y arrastro, Elon Musk ha cumplido su promesa de poner en marcha una estación de carga de baterías. Esperemos que lo de «una» no sea literal ya que confirmará las malas lenguas que hablan sobre los créditos de emisiones.