Gilbert Trouvé es un usuario que a la vista de que Toyota no le ofrecía lo que necesitaba, se lanzó a la transformación de un Prius de segunda generación, al que modificación tras modificación ha convertido en un interesante híbrido enchufable.
El primer paso de Gilbert ha sido sustituir la batería NiMH original por un pack del celdas LiFePO4. Esto le ha permitido aumentar la capacidad original, 1.3 kWh, por 4.5 kWh. Y todo en el mismo espacio que ocupaba la batería de serie. Posteriormente se ha añadido un segundo pack de la misma capacidad, sumando un total de 9 kWh. Algo que le ha permitido mantener el mismo BMS, y ahorrar algo de dinero.
Esta capacidad le permite moverse en su entorno sin necesidad de usar el motor gasolina. Pero no contento con esto, Gilbert ha añadido un nuevo pack. Este usa celdas 18650 de LG, con una capacidad total de 9.8 kWh. Un pack extraíble que puede ser fácilmente montado y desmontado desde su posición en el maletero.
Además de capacidad, cuando añades baterías es también importante la cuestión de la recarga. Después de varias pruebas con cargadores que han partido desde los apenas 300 o 400W, el propietario ha ido incrementando poco a poco la potencia hasta llegar a los 10 kW. Algo que le permite recuperar la energía de su pack fijo en 30 o 45 minutos.
Para el pack de LG utiliza un cargador de 2 kW, pudiendo usar un amplio abanico de tomas externas, incluyendo las trifásicas de 32 amperios.
Un sistema que permite al Prius funcionar de forma bidireccional. Esto quiere decir que tanto puede ser cargado, como puede ser usado como generador portátil para por ejemplo, alimentar las necesidades de una vivienda.
Pero todo esto sería inútil de no contar con un controlador que logre engañar al Prius. Un modelo que según su propietario, quiere saber absolutamente todo lo que sucede con la batería. Algo que ha obligado al desarrollo de un BMS específico que logre saltarse las limitaciones, y que por ejemplo haga creer al sistema que la batería no está vacía.
El resultado es un modelo capaz de moverse en modo eléctrico hasta, sin que entre en ningún momento el motor gasolina, hasta una velocidad de 85 km/h en llano, o 105 km/h cuesta abajo y durante un máximo de 200 kilómetros. Todo gracias a un interruptor que le indica al sistema que el motor gasolina no será necesario. Una velocidad limitada por la baja potencia del motor eléctrico del Prius, 25 kW nominales.
Además de modificaciones técnicas, el Prius ha contado con alguna modificación aerodinámica. Cuenta con cubre ruedas y tapacubos especiales, que le permiten reducir el coeficiente aerodinámico hasta los 0.22 Cx, por los 0.24 Cx originales.
¿Y que pasa con la ITV?. Pues aquí encontramos el único problema de este tipo de transformaciones. Gilbert reconoce que no puede pasar el coche tal como lo tiene por la inspección. Pero en apenas 15 minutos puede retirar los elementos que le impiden pasar la inspección.
Después de cuatro años y 180.000 kilómetros el propietario está encantado con su coche. Este cuenta con las pastillas de freno originales, y el coste en gasolina prácticamente ha desaparecido del todo.
en cuanto al precio de la transformación, con los precios actuales de los componentes el propietario estima que costaría en torno a los 7.500 euros, contando todos los gastos, excepto claro la mano de obra. Una inversión de la cual después de 4 años y 80.000 kilómetros le ha permitido ahorrar en torno a los 4.500 euros en gasolina, y con mucha vida por delante.
Un ejemplo de que a nivel técnico se pueden hacer coches mejores, pero que deben ser los propios usuarios los que se lo hagan en casa. Podéis conocer todo el proceso de transformación al detalle en la página de Gilbert, donde nos cuenta los pormenores de su trabajo.
Fuente | Priusev
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