De cara a la primavera Nissan lanzará en Europa la nueva versión del Leaf, una nueva generación que saldrá de la planta que el fabricante japonés tiene en la localidad británica de Sunderland, y que supondrá un importante ahorro en costes de envío y los relacionados con la fortaleza del yen.
Si a esto le sumamos la llegada del Renault ZOE, la preparación de la esperada y demandada versión de acceso del propio Leaf menos equipada, dará como resultado una competencia brutal, algo que será un fuerte golpe a fabricantes como Mitsubishi y el grupo PSA que deberán reaccionar para que Nissan y Renault no eclipsen sus pocas ventas totalmente.
Nissan todavía no ha desvelado el precio que tendrá el nuevo Leaf, un nuevo coste que se estima después de ayudas en torno a los 25 mil euros, y que a pesar de renunciar a elementos de equipamiento como las luces delanteras LED, los mandos en el volante o el sistema de navegación completo, seguirá siendo un modelo de lo más interesante que lo compensará con una mejora de sus prestaciones, y un incremento de su capacidad de carga.
La pregunta es que harán Mitsubishi, Citroën y Peugeot para contrarrestar esta llegada, y es que no podemos olvidar que ahora mismo un Citroën C-Zero después de ayudas sale por 22.750 euros gracias en parte al descuento que el propio fabricante aplica, una cifra que será apenas entre 2 y 3 mil euros menos que el Leaf, y qe a todas luces no logrará hacerle una mínima competencia.
¿Entonces cual será la decisión del grupo PSA? está claro que no pasan un momento económico muy bueno, con unas ventas muy dependientes de un mercado europeo en plena depresión y que no les permite mucho margen de maniobra. Pero por otro lado el stock de vehículos seguirá acumulándose en sus almacenes y hasta ahora la única solución que se les ha ocurrido es casi regalar el coche en Francia, con ofertas del Peugeot iOn por apenas 10.900 euros, pero unas ofertas que no ha trasladado a otros países.
La solución no es fácil, ya que no será sencillo plantarle cara al nuevo Leaf, pero lo que si podrían hacer es una rebaja a nivel europeo de sus precios, sin llegar al extremo de Francia, y ofrecer sus vehículos eléctricos con unos precios por debajo de la barrera psicológica de los 20.000 euros, sin duda un esfuerzo que podría permitirles lograr captar las ventas de los que buscan un coche más compacto y de esa manera paliar el rodillo que este año será el nuevo Leaf y el Renault ZOE.
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