El pasado año un grupo de fabricantes en colaboración con la universidad de Munich han puesto en marcha un proyecto destinado a desarrollar una plataforma para un vehículo eléctrico que le permita ser lo más eficiente posible, marcando unos objetivos muy ambiciosos centrados en la reducción del peso del conjunto.
Se llama proyecto Visio.M y con un presupuesto de 10.8 millones de euros se ha propuesto el diseño de un prototipo eléctrico que no pese más de 400 kilos sin la batería, que cuente con un motor eléctrico con una potencia máxima de 15 kW (20 CV) y que permita ofrecer unos niveles de seguridad elevados a los pasajeros independientemente del tamaño del vehículo.
Entre los socios del proyecto encontramos a fabricantes como BMW, Daimler, pero también el fabricante de neumáticos Continental, la eléctrica E.ON, el fabricante de baterías LION Smart GmbH, Siemens, Texas Instruments y el sistema de control alemán TÜV, además de los institutos técnicos de universidades como la de Munich.
El proyecto cuenta con una duración de dos años y medio durante los cuales se buscará principalmente la fabricación de un cuerpo lo más ligero posible formado por una estructura monocasco sujeta a un chasis fabricado en fibra de carbono tan robusta como ligera, y que estará preparada para atender a las demandas específicas que un coche eléctrico de estas características pueda tener en caso de accidente.
El objetivo es lograr que el Visio.M logre unas prestaciones lo más cercanas a un vehículo convencional, pero con el menor gasto posible de energía, y de esa forma sus diseñadores se han propuesto que su pequeño motor de 20 CV lo impulse hasta una velocidad de 120 km/h, con una autonomía de unos 100 kilómetros con cada carga, todo sin sobrepasar los 500 kilos contando con el peso de la batería.
Además de ligero, el Visio.M también está siendo dotado de novedosos sistemas de seguridad activa y pasiva, y de esa forma contará con un nuevo sistema de control de estabilidad, y un moderno sistema de frenada inteligente que tendrá en cuenta cuestiones como el peso de la batería a la hora de actuar.
Lo que está claro es que los fabricantes a corto plazo intentarán compensar la poca capacidad de las actuales baterías mediante la reducción de peso, lo que además reducirá el consumo y que como vemos, no deberá suponer para nada una reducción de los niveles de seguridad en su interior incluso cuando se trate de un vehículo de pequeñas dimensiones.
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Fuente | Greencarcongress
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