Estos días las noticias han sido casi monopolizadas por la presentación del primer coche eléctrico de uno de los fabricantes alemanes más influyentes, un constructor que llega algo tarde pero que quiere desembarcar con todas las garantías de que su producto sea un éxito comercial.
Hablamos del BMW i3, un modelo que llegará en 2014 a nuestros concesionarios y que lo hará con una oferta que incluirá dos versiones, una totalmente eléctrica, y otra dotada de un extensor de autonomía, una variante que puede resultar de interés para aquellos que no cuenten con una mínima infraestructura de recarga, dos versiones con sus pros y contras que con vuestra ayuda vamos a intentar descubrir cual es la más interesante.
En primer lugar vamos a recordar los datos más importantes de ambas versiones.
| Eléctrico | Extensor de autonomía | |
|---|---|---|
| Potencia | 125 kW (170 CV) | 125 kW (170 CV) |
| Aceleración 0-100 km/h | 7.2 segundos | 7.9 segundos |
| Autonomía ciclo NEDC | 190 KM | 170 KM+140 KM extensor |
| Peso | 1.195 kilos | 1.315 kilos |
| Capacidad de carga | 260 litros | 260 litros |
| Precio | 35.500 euros | 39.900 euros |
Por lo tanto vemos que el extensor de autonomía supone un sobreprecio de 4.400 euros, y a cambio tendremos un motor de respaldo en caso de que no tengamos un punto de recarga a mano, un motor que por otro lado supone un incremento del peso, una reducción de la autonomía en unos 20 kilómetros, además de otras consecuencias como una aceleración menor y unos mantenimientos mecánicos ligeramente mayores que la versión eléctrica, ya que el motor gasolina además de ser extremadamente sencillo, no estará funcionando todo el tiempo.
Sin duda la mejor noticia para el extensor de autonomía es que no supone una pérdida de la ya de por si pírrica cifra de carga que tendremos en el maletero, apenas 260 litros, una capacidad que por otro lado podremos ampliar plegando los asientos traseros en caso de necesitar un extra, pero que se antojan muy justos para el día a día.
Otra parte a favor del extensor de autonomía es que permitirá a muchos dar el salto a los eléctricos y al mismo tiempo no tendrán que mantener un segundo coche en casa para esos desplazamientos largos, un segundo coche que a pesar de que apenas tendrá uso supone unos importantes gastos que en pocos años habrían sido suficientes para pagar la diferencia entre el eléctrico y el extensor de autonomía, seguro, impuestos, mantenimientos…algo que con esta versión no tendremos que afrontar.
Por lo tanto la decisión es muy complicada, y si tienes un segundo coche en casa el eléctrico puro parece la opción más lógica sobre todo si este en condiciones normales nos ofrecerá una cifra de autonomía real como los entre 130 y 160 kilómetros del eléctrico puro, pero si vas a depender en exclusiva de este, tal vez la variante con extensor de autonomía sea la tuya, una elección como decimos que no será fácil y que nos gustaría contar con vuestra opinión para ayudar a los indecisos.
