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Prueba del Tesla Model S

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Conducimos el Tesla Model S P85, la berlina de lujo construida en Fremont que está revolucionando el mercado de los coches eléctricos y amenazando el liderazgo de ventas de los térmicos tanto en Estados Unidos como en el norte de Europa. Una prueba de conducción asistida por un profesional de la casa Tesla Motors.

De la prueba del Tesla Model S destacamos su silencio, el sencillo y casi absoluto control de sus accesorios y especialmente su potencia. Los 600 Nm del motor convierten a la berlina de 2 toneladas en un coche ligero y fácil de conducir, con una aceleración sobrecogedora.

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Recordamos que se trata de la versión más potente y equipada la que hemos probado. Un modelo importado desde Estados Unidos y matriculado en Alemania que no se corresponde con la versión final europea, aunque esta es muy parecida y completamente equivalente en cuanto a prestaciones y manejo.

El Tesla Model S Performance 85 (P85) disfruta de una batería de 85 kWh de capacidad que nos permite recorrer hasta 502 Km (según el ciclo NEDC). Distancia más que suficiente para no preocuparse por su autonomía, incluso pisando el acelerador a fondo como pudimos comprobar durante esta prueba.

Podeis leer una descripción completa del interior, el exterior y el equipamiento en el artículo en el que descubrimos el Tesla Model S en la tienda de Bruselas, o pasar directamente a la prueba del Tesla Model S.

Silencio, control y potencia

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El Tesla Model S es principalmente un coche sencillo de conducir. El habitáculo es espacioso y los asiento son cómodos, aunque no son envolventes ya que carece de un gran apoyo lateral. Los grandes espejos ofrecen una amplia visión y es muy fácil encontrar tu sitio al volante.

La posición en el coche no es deportiva, los asientos están relativamente altos para la altura del coche y no se tiene la sensación de estar en un deportivo. Tampoco lo hace pensar su manejabilidad, aunque sí su aceleración, como veremos más adelante.

El ajuste del asiento es eléctrico, usando un mando situado entre la puerta y el asiento, y permite además memorizar la posición en tu perfil de conductor. Igualmente la altura del volante tiene regulación eléctrica, para lo que accionaremos un joystick localizado en la parte trasera del volante hasta que podamos ver la pantalla del marcador con comodidad.

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Las pantallas del coche se encienden en cuanto cruzamos el arco de la puerta y estará preparado para salir según nos sentamos gracias a un sensor en el asiento, pero aun necesitaremos pisar el freno para poder seleccionar la marcha. Esta se elige con una de las palancas del volante, a la derecha.

Los mandos del Model S son muy similares a los modelos Mercedes-Benz automáticos, claramente un legado de la colaboración entre Tesla y la filial de Daimler.

Seleccionar la posición neutral requiere cierto tacto, parecido a en una moto, pero en el Model S no es tan necesario como con en estas y la posición Parking se selecciona simplemente usando un botón en la palanca. Una vez seleccionada la marcha el coche empezará a moverse sin pisar el acelerador si tenemos la función reptar activada.

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La función de reptar permite entonces desplazar el coche controlando solamente el freno, como en muchos modelos eléctricos y automáticos. El freno tiene un tacto agradable, un recorrido suficiente para no llevar el coche a trompicones y permite maniobrar sus casi 5 metros de largo con comodidad. A pesar de que su aspecto exterior puede recordad a un Jaguar inglés, desde dentro se hace presente que tienes en tus manos una berlina americana.

Silencio

A velocidades bajas el coche se desliza en silencio, no se nota el silbido del motor como en el Nissan LEAF u otros modelos eléctricos. Y a medida que sube la velocidad es solamente la rodadura de los neumáticos y el rozamiento del aire lo que se oye ligeramente. Únicamente oiremos levemente el motor desde fuera cuando le exijamos toda la potencia.

Tiene mucho que ver en este aspecto el excelente aislamiento del vehículo, propio de su gama a la que pertenece y la excelente aerodinámica del diseño, dando un coeficiente de resistencia de 0.24, el más bajo dentro de su categoría. Incluso en una carretera ruidosa o pasando junto a un autobús el ruido exterior no penetra en el habitáculo y la diferencia es notable en cuanto se bajan las ventanillas.

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Es apabullante el grito de desgarro del asfalto bajo los neumáticos del Model S en las salidas rápidas, y el sonido en aumento del aire alrededor del coche, que se hace presente gracias a la ausencia de un ruidoso motor de combustión. Una sensación de potencia real, con una banda sonora sin aditivos, sin explosiones ni petardeos que engañen nuestros sentidos.

[heading style=»subheader»]Control[/heading]

A los mandos del Model S uno puede sentir que está sentado sobre 100.000 euros de metal, cuero y pura tecnología. Su comodidad, su tacto y la elegancia de su diseño por un lado. Por otro, el control total sobre el vehículo a través del índice de la mano derecha. La pantalla multitáctil capacitiva de 17 pulgadas es accesible desde la posición de conducción sin problemas y desde ella podemos cambiar parámetros que claramente afectan a nuestra forma de conducir, como la suavidad del volante o la fuerza del freno regenerativo.

La primera opción se hace evidente al momento. El volante ofrece más resistencia y un poco más de nervio en la posición Sport, mientras que se vuelve realmente sedoso al seleccionar Confort. La dirección asistida eléctrica del Tesla Model S tiene una tercera opción de dureza llamada Standard, con un tacto intermedio entre las otras dos opciones.

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La fuerza del freno regenerativo varía sustancialmente también entre la opciones Standard y Low, siendo más fácil de acostumbrarse a la segunda opción al no tener una palanca de cambios y un embrague para recurrir al freno motor.

El modo Standard permite apurar más a la hora de levantar el pie antes de entrar en una curva cuando vamos rápido e incluso obviar el freno a velocidades moderadas, pero requiere más práctica que con la opción Low. En ambos casos el coche retiene, no hay opción que permita deslizar el coche sin retención.

[blocktext align=»left»]»A pesar de ser un coche de lujo no te hará sentir mayor al montarte en él»[/blocktext]Otro poder concedido a la mano derecha es la regulación de la altura del coche. La suspensión neumática inteligente Active Air Suspension del Tesla Model S, que combina una doble horquilla delantera y una suspensión trasera independiente multibrazo, se puede regular en altura desde la pantalla multitáctil.

La diferencia no es apreciable y volverá a ser ajustada automáticamente por el ordenador del coche en cuanto cambiemos la velocidad de la marcha, bajando el vehículo al subir la velocidad para mejorar la aerodinámica. La regulación de altura viene de serie en la versión Performance y es opcional en las demás versiones.

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En cualquier caso la dureza es siempre la misma, no demasiado dura y con un paso por curva muy estable, especialmente en la parte delantera del vehículo siendo la parte trasera un poco más nerviosa. En ocasiones, el bajo perfil de los neumáticos no es capaz de disimular algunos baches pequeños, dando una sensación un poco más deportiva que no resulta en ningún momento incomoda.

Potencia

Como se ha dicho al principio, en el Tesla Model S no se tiene la sensación de estar en un coche deportivo, por mucho que se quiera destacar su impactante aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 4.4 segundos y su gran paso por curva al tener el centro de gravedad tan bajo. Sin embargo las prestaciones y su poder se notan desde el primer momento.

Los 416 CV (316 kW) disponibles desde el instante en que pisas el acelerador no dejan a nadie indiferente. La salida desde cero es inmediata, súbita, sobrecogedora. La tracción trasera y unos neumáticos ligeramente más anchos en las ruedas posteriores ayudan a que la salida del Model S recuerde mucho a la del pequeño de la casa, el Tesla Roadster.

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Otros eléctricos también son capaces de reaccionar al momento, pero la potencia de este es tal que si se le pisa a fondo es difícil mantener la cabeza en posición. Las primeras arrancadas producen tal sensación de vacío que sacan una sonrisa nerviosa a quien no está acostumbrado y exigen cierto tacto con el acelerador para que el cabeceo de los pasajeros no resulte incomodo.

El pequeño motor no acusa en absoluto las más de 2 toneladas del Tesla Model S gracias a su enorme par de 600 Nm que, insisto, es instantáneo, permitiendo acelerar el vehículo totalmente a la voluntad del pie derecho.

Otros detalles – Calidad de los materiales

Un punto difícil de abordar en un modelo nuevo y por el que los lectores ForoCochesEléctricos sacasteis a la palestra con vuestros comentarios en el artículo en el que describimos el Model S es la calidad de los materiales. Haciendo uso de la frase “la excepción confirma la regla” debo resolver esta duda con una foto del único gran defecto que encontré en los 4 Model S no nuevos que he podido escudriñar. Se trata del tapizado en un punto protuberante junto al marco de la puerta del conductor del Model S blanco en la tienda de Bruselas.

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Este modelo anteriormente sirvió de muestra en otras exposiciones de Tesla y en él se montan diariamente cientos de personas. Ningún otro modelo de los vistos tenia tal desperfecto, tampoco la misma zona en el lado del copiloto. No sería justo por lo tanto pensar que es un detalle significativo de mala calidad, si no al contrario.

Conclusiones

El Tesla Model S es una berlina con una línea atractiva, una practicidad notable y unas prestaciones sobresalientes. Con un diseño interior sofisticado y minimalista y un avanzado equipamiento interior, adelantándose al resto de fabricantes con la pantalla multitáctil capacitiva, en su versatilidad y en sus opciones.

A pesar de ser un coche de lujo no te hará sentir mayor al montarte en él e incluso podrás dejar unos cuanto años atrás de un pisotón en el acelerador, pudiendo tener sensaciones de un autentico deportivo.

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La ausencia de emisiones puede ser un aliciente más para su compra, aunque no es algo que se comente en la tienda. Igualmente, y a pesar de los numerosos artículos, comentarios y cálculos para los que dan, los costes de mantenimiento y consumo es algo de lo que no se habla en absoluto ni parece preocupar a los afortunados que van a pagar entre 73.000 y 123.000 euros por este coche. Si los tienes, merece la pena.

Gracias a el equipo de Tesla Motors en Bruselas por buscar en su ocupada agenda unas horas para nosotros y a la atención recibida desde Tesla Motors Europa.

Podéis ver las fotos de Prashant Agrawal en la galería.

 

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