La puja por Fisker ha tenido un final que ni los más optimistas habrían esperado. El fabricante Wanxiang, propietaria de A123, ha logrado hacerse con la propiedad de Fisker después de una intensa lucha con el grupo Hybrid Tech Holdings. Esta subasta ha multiplicado por seis el valor que se había dado en una primera fase del proceso de bancarrota.
Se trata de una noticia muy importante para los accionistas y acreedores, que ahora tendrán posibilidades de recuperar el dinero invertido, al igual que el Departamento de Energía de los Estados Unidos. Las buenas noticias para los norteamericano, es que Wanxiang mantendrá los planes iniciales de poner en marcha la fábrica de Delaware, donde se ensamblará el Atlantic, además de reiniciar la producción del Fisker Karma.
En total el grupo chino ha desembolsado 149.2 millones de dólares. Una cifra que nos indica el potencial económico de una empresa que ha saltado a la primera plana de la actualidad cuando el pasado año lograba hacerse con A123, el prestigioso fabricante de baterías.
Ahora tendremos que ver si se cumple la promesa de poner de nuevo al Karma en producción, y sobre todo llevar a buen puerto en enorme proyecto del Atlantic. Un modelo de menor coste que el Karma, que mantendría el sistema eléctrico con extensor de autonomía, pero que lo haría por la mitad de su precio.
Vía | USA Today
